La fundación El Baúl de Pinocho, dedicada a crear programas y servicios de inclusión económica y social para las personas con discapacidad y grupos vulnerables, llega a fines de 2024 con una nueva propuesta: la feria inclusiva, accesible y virtual Expodiversity, que emula la experiencia de entrar a un centro de convenciones, con sus pabellones y estands, si este estuviera abierto todo el año y para visitantes de cualquier lugar del mundo.
La directora es Maritza Martínez, y con ella han surgido otros proyectos, como Safari (sala funcional para personas con discapacidad), el centro de publicidad y modelaje inclusivo Special Model Factory y el primer canal digital inclusivo del Ecuador, RBP TV.
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Expodiversity tuvo una versión presencial en 2018 y 2019, pero la pandemia no permitió seguir; se tomaron ese tiempo para armar el sitio y para cumplir todos los requisitos de accesibilidad. Se asesoraron con la empresa española InSuit, experta en accesibilidad web. “En España esto es una norma; si bien en Ecuador existe, no se cumple”. También se decidieron por la estructura virtual de Ferias 360. “Con esas dos bases superpotentes empezamos a insertar lo que nosotros manejamos: el tema de educación, de salud, de inclusión, de deporte”.
Pronto descubrieron otros frentes: emprendimiento (exclusivamente para personas con discapacidad y sus familias), empresas, instituciones, turismo. Hicieron pruebas de usuario con estudiantes de (la escuela de educación básica especializada municipal de ciegos) Cuatro de Enero y de la fundación, fieles al lema ‘Nada para nosotros sin nosotros’. Hicieron ajustes, y el trabajo que habían previsto para cuatro meses se convirtió en ocho. Los jóvenes pedían estand de deportes, de arte y cultura, animales de asistencia, tecnologías asistivas y, finalmente, la feria laboral para personas con discapacidad. Así, tienen dos pabellones con diez salas.
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¿Qué hay en la feria laboral? Sala de demanda, con hojas de vida, videos de perfiles (la fundación es intermediaria para establecer contacto con los candidatos). “Esto ha gustado muchísimo a las empresas, tanto así que tenemos a DP World y a Arca Continental, que manejan bien el tema de responsabilidad social”. En el área de la oferta están las empresas con vacantes para personas con discapacidad. “Queremos seguir sumando”, dice Martínez.
El acceso a Expodiversity es gratuito en lo que resta de 2024. En 2025 la entrada tendrá costo, para asegurar el mantenimiento de la feria, cuya parte tecnológica está a cargo de Shoot Producciones.
Información para todos en Expodiversity, la feria que cumple los parámetros de accesibilidad
Martínez es mamá de Ariana, una joven con discapacidad de 21 años. El Baúl de Pinocho es la suma de su investigación y aprendizaje con ella y para ella. Uno de los estands de emprendimiento muestra a Ding Dong, que pertenece a los chicos de El Baúl de Pinocho, incluyendo a Ariana. Ellos hacen ensaladas de frutas, administran un banco de alimentos y producen sus propios videos promocionales.
De momento están empacando bolsas de arroz para dar canastas de Navidad. “Porque ya no son niños; son jóvenes de más de 14 años, que saben que tienen que hacer sus tareas. Mi hija maneja su celular, sabe cuándo tiene que apagarlo. Sabe que tiene que hacer su vida. Nunca la dejamos sola, pero le hemos enseñado el tema del dinero. Sabe que hay que trabajar, que todo cuesta”. Es no verbal, se comunica por lengua de señas.
“¿Qué buscamos?”, se pregunta Martínez. “Que la información, que es un derecho de las personas, independientemente de su condición, llegue a todos”. Lo que ha recopilado en educación, en salud, en terapias, en accesibilidad y en oportunidades para su hija lo ha compartido con otras familias en su centro y a través de otros medios, como una revista, que hace poco dejó de ser para convertirse en RBP TV.
“El apoyo de los profesionales que nos acompañan ha sido invaluable. En salud, la doctora Paquita Farfán (médica funcional especializada en biomedicina para autismo, alergias, enfermedades autoinmunes y trastornos de conducta). En educación, la doctora Patricia Zeas. También tenemos gente de Chile, en el tema de las tecnologías asistivas. En deportes hemos contado con el apoyo del Conadis (Consejo Nacional para la Igualdad de Discapacidades), del Ministerio de Salud, del MIES (Ministerio de Inclusión Económica y Social)”.
Navegación inclusiva en dos pabellones y diez salas virtuales
Un recorrido por Expodiversity.com permite comprobar sus herramientas de accesibilidad, desde la página de inicio. Las personas ciegas, que suelen tener lectores de pantalla en sus dispositivos, pueden guiarse de esta manera. Y si no lo tienen, este viene incorporado. Hay ocho sistemas de navegación:
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- Teclado para personas con discapacidad visual
- Comando de voz
- Navegación con sonido
- Navegación sencilla con botones
- Navegación con pulsador
- Nvegación para visión reducida
- Optimización de lectores de pantalla
- Navegación sencilla con texto grande
“Las personas con discapacidad motriz, sea leve o grave, pueden navegar, por ejemplo, con el cintillo que les permite mover el cursor y activar el lector”, explica Martínez. “Los adultos mayores podrán ampliar las imágenes o el texto. Y las personas con discapacidad cognitiva tendrán un método de lectura fácil. Si alguien tiene daltonismo y necesita el cambio de color en las imágenes o textos, puede hacerlo”. Les falta mucho por aprender, admite, pero les gusta la idea de ser pioneros.
Y de ser también una guía para las instituciones educativas y los docentes, como aporta la educadora Patricia Zeas, quien ofrece mentoría para docentes a través del Mento/Cole. “Esta herramienta les puede servir para comprender qué vive esa familia, qué pasa en el cerebro de ese niño y no solamente decir: ‘Venga con una maestra sombra’ o ‘No tenemos cupo’”.
Zeas observa que el objetivo es la independencia. “Ellos no se quedarán niños, no se quedarán en el jardín de infantes. ¿Y luego, qué?”, cuestiona.
“El perfil del docente es diferente; en secundaria o bachillerato ya no suele haber paciencia, sino interés en avanzar en contenidos”. Y los jóvenes con discapacidad necesitan las oportunidades de educación y socialización. Dejarlos en casa no es la opción correcta, si no hay alguien ayudándolos a que logren autonomía, a que aprendan todo lo posible.
“Para nosotros prima el beneficio comunitario”, insiste Martínez. “La feria tiene que sostenerse; eso es innegable. Pero el beneficio común va a ser máximo. Y quiero añadir que no es solamente para personas con discapacidad. Es para toda la familia”. Sin embargo, ella y Zeas saben que la educación, la accesibilidad y la atención interdisciplinaria son todavía un privilegio. “Nos da pena que un grupo minúsculo de niños lo reciba. No debería ser. Esto es para todos”. (F)