Con los hijos se viven a veces etapas complicadas. Apenas salen los primeros dientes, el niño comienza a caminar y a mordisquear el pan, puede que comiencen los berrinches en el parque, en la caja del supermercado o mientras se viste. ¡Uf! Entonces es cuando uno piensa: ¿esto va a continuar hasta la pubertad?