Las fiestas de diciembre pueden ser los momentos más complejos para una familia que acaba de atravesar por un divorcio o separación y, en especial, es más difícil para los niños.

Si es la primera vez que padres e hijos no estarán juntos para Navidad, posadas, novena, Año Nuevo, u otra festividad de la época, lo más esperado que ocurra es que los pequeños tengan emociones de pérdida.

Lamentarán la pérdida de las tradiciones que disfrutaron en el pasado. Se sentirán atrapados entre uno de los dos padres. Es posible que se preocupen por el padre con el que no están o que lo extrañen; incluso que se sientan culpables de que su padre o madre pase las fiestas solo. Además, es probable que sientan que le deben lealtad a uno de sus padres, explica Ann Gold Buscho, autora y psicóloga clínica californiana, especializada en temas relacionados con el divorcio.

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Y en medio de estos sentimientos, es válido reconocer que los exesposos también están navegando sensaciones de luto, por la pérdida de sus costumbres en familia. Al mismo tiempo, dice Buscho, se sentirá competitivo en contraste con su ex, viendo quién planea las mejores actividades navideñas o quién entrega los mejores regalos, que solo suma más complejidad a la nueva realidad familiar.

Todos merecen unas lindas fiestas

Cómo ayudar a los niños a afrontar las fiestas de Navidad tras un divorcio o separación Foto: Shutterstock

La primera estrategia que recomienda Buscho en esta temporada es simplemente reconocer y comprender las emociones mencionadas anteriormente. Porque esta primera Navidad será muy difícil para todos, para los divorciados y para sus hijos. Pero es importante priorizar las emociones de los pequeños por sobre las de los adultos.

Para muchos padres es crucial pasar la Nochebuena con sus hijos, esperando la medianoche para desearse mutuamente feliz navidad, abrir sus regalos o cenar con el resto de sus familiares. ¿Quién debería renunciar a esto? “Si usted y su ex pueden pasar las fiestas juntos sin tensiones ni conflictos, es posible que decidan compartir los momentos especiales. Sin embargo, si sus hijos se dan cuenta de su malestar, les arruinará las festividades. A pesar de sus mejores intenciones, su estrés podría agregar tensión a la experiencia de sus hijos. Compartir las festividades solo funciona para padres que se sienten bastante cómodos entre sí y que no están en conflicto”, dice Buscho.

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Si definitivamente es imposible pasar juntos, por la tranquilidad y comodidad de los niños, entonces es hora de hacer acuerdos para compartir el tiempo con ellos. Por ejemplo, un padre puede pasar con los hijos en Nochebuena y su expareja lo hace en el día de la Navidad. Esto debe planificarse debidamente con anticipación, para comunicarles el plan a los hijos y darles tiempo para expresar sus sentimientos, sea de desilusión, tristeza, ansiedad, preocupación o incluso enojo.

“Todos los sentimientos están bien. Es posible que les guste recordar años pasados, e incluso puede alentarlos a hacerlo, mientras le asegura que usted y su expareja seguirán haciendo que las fiestas sean maravillosas, solo que simplemente serán diferentes. Sobre todo, sea sensible al dolor de su conflicto de lealtad y trate de evitar ponerlos en esa posición incómoda y dolorosa”.

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Una manera de demostrarle a los hijos que no los pondrá en la situación de exigir su lealtad es apoyándolo a comprar un regalo para su otro padre o en hacerle una tarjeta festiva. “Las festividades se tratan más de dar que de recibir, por lo que le estará enseñando a su hijo una lección valiosa. Incluso si no se lleva bien con su expareja, ayudar a su hijo a comprar un regalo navideño es en realidad un regalo para su hijo”, indica una guía de Kids In The Middle, una agencia sin fines de lucro que ayuda a las familias a realizar la transición a una nueva forma de vida antes, durante y después de la separación y del divorcio.

Cómo ayudar a los niños a afrontar las fiestas de Navidad tras un divorcio o separación Foto: Shutterstock

Por añadidura, Buscho sostiene que lo anterior les deja el mensaje de dar en vez de recibir, y al mismo tiempo los saca de la “confusión de lealtad” cuando fomenta su relación con el otro padre.

También es una buena idea coordinar con su expareja los obsequios que cada uno conseguirá para los niños, agrega KITM. “Ningún padre querrá estar en una situación en la que uno de los dos compra todos los regalos principales o grandes en las listas de los niños, dejando que el otro les dé regalos menores, como un par de medias”.

Una opción es que los padres colaboren para comprar un artículo que sea caro, aunque KITM dice que lo mejor es tratar de evitar competir entre padres para dar el mejor regalo. “Recuerde que los grandes obsequios no compensan ni cambian la situación, por lo que colmar de regalos a su hijo no solucionará ningún problema”. Lo que siempre evitará cualquier tipo de conflicto es la comunicación que esforzadamente puedan mantener los copadres, eso será de gran ayuda para garantizar que los niños pasen unas navidades increíbles.

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Los rituales navideños varían de familia a familia, y de casa en casa, y siempre se pueden modificar. Por eso, Buscho sugiere crear nuevas tradiciones con sus hijos, en especial si alternan las celebraciones de este mes.

Y mientras no esté con los pequeños, porque están con su padre o madre, utilice ese tiempo para viajar y ver a ese familiar al que no ha celebrado un día festivo en años. Si bien es posible que no esté con sus hijos en estas festividades, estará con ellos en otras. Tómese este tiempo para disfrutar de su familia y amigos.

¿Con quién deben pasar la Navidad los niños de padres divorciados?

Cómo ayudar a los niños a afrontar las fiestas de Navidad tras un divorcio o separación Foto: Shutterstock

Lisa Zeiderman, abogada de divorcios y custodias en Nueva York, sugiere tener por escrito los acuerdos que aborda el tema de cómo se organizarán durante las fiestas.

“En mi práctica legal, establezco disposiciones muy específicas con respecto a las fiestas y feriados, incluido quién tendrá a los niños, cuándo y dónde se recogerá y dejará, y el requisito de compartir itinerarios si los niños viajan con uno de sus padres. Normalmente, las ‘vacaciones’ las alternan o dividen los padres”.

Si el acuerdo no tiene ese nivel de detalle, debería comunicarse con su expareja y discutir los planes de las festividades con tiempo para que los niños no se queden preguntándose cómo pasarán sus fiestas y sus feriados. Probablemente sus amigos ya estén hablando de sus planes y sus hijos deberían poder hacer lo mismo.

Cómo ayudar a los niños a afrontar las fiestas de Navidad tras un divorcio o separación Foto: Shutterstock

“Hay innumerables maneras de hacer estos arreglos caso por caso, y cada situación puede adaptarse a un plan personalizado para la pareja y las necesidades de sus hijos. La cuestión crítica aquí es que ambos padres deben estar de acuerdo e, idealmente, ese acuerdo debe estar por escrito, preferiblemente en un documento legalmente sólido, en caso de que haya un cambio inesperado de punto de vista”, señala Zeiderman.

No importa cuán cuidadosa y uniformemente planifique sus arreglos para las fiestas, es posible que aún enfrente desafíos con respecto a cómo responden los niños a las primeras temporadas navideñas cuando sus padres viven en hogares diferentes.

Por eso Zeiderman recuerda tres consejos vitales para estos tiempos: haga todo lo posible para evitar conflictos delante de sus hijos, no hablar mal del otro padre delante de los menores y, siempre que sea necesario, anteponga las necesidades de sus hijos a las suyas propias. Esto significa hacer las paces con la idea de que los niños no irán a la reunión tradicional anual de uno de sus padres, o que no pasarán la Nochebuena juntos. Acéptelo. (F)