Los niños superdotados muestran varias características sobresalientes a temprana edad, una de las más notorias es una alta capacidad en el dominio del lenguaje. No solo tienen un vocabulario amplio, sino que saben usarlo para expresarse concretamente.
Mientras que la mayoría de los niños dicen su primera palabra a los 9 meses, usualmente un monosílabo, los niños con un coeficiente intelectual más alto empiezan a formar palabras alrededor de los 6 meses. Pronto aprenden a relacionar las imágenes con los conceptos que conocen y son capaces de distinguir entre las variaciones de una misma palabra.
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Entre los 12 y los 18 meses los niños superdotados ya manejan un vocabulario de 100 palabras y pueden formar frases largas. A esa edad, el estándar para los niños es de expresarse entre 5 a 20 palabras. El niño superdotado, además, se interesa por las figuras, los colores, las texturas y los números sin necesidad de que un padre o tutor le enseñe.
Los niños superdotados ya pueden hablar como un niño de 4 años a los 24 meses. A los 3 años, ya podrán comunicarse con tanta claridad como un adulto. Una de las características principales de los niños superdotados es que siempre buscan desafiar sus conocimientos y son autodidactas, guiados por la curiosidad que sienten sobre su entorno.
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Es común que aprendan a leer y escribir antes que el resto de sus compañeros y que requieran de educación especializada para desarrollar las habilidades que tienen. También pueden hacer operaciones matemáticas simples antes de que se las enseñen.
Es importante que los padres o tutores de niños superdotados reconozcan sus capacidades para que les otorguen las herramientas necesarias para expandir sus conocimientos, según la Asociación estadounidense de Individuos Dotados. No deben tener miedo de sus preguntas, que suelen ser profundas, al contrario, se las debe alentar. (I)