La conversación sobre maquillaje cambió de dirección. Hoy, la prioridad es la piel: cuidarla, nutrirla y prepararla para que el maquillaje no la cubra, sino que la realce.
Esta mirada –más consciente, más saludable y más estética– posiciona al maquillaje como un complemento en lugar de un escudo. Ese giro –muy marcado en las nuevas generaciones– también es evidente en la propuesta del maquillador peruano Christian Matta, de 34 años, quien recientemente visitó Ecuador como embajador de la marca Yanbal, que organizó un encuentro con creadoras de contenido y personalidades ecuatorianas.
Su propia experiencia lo confirma: comenzó maquillándose para ocultar imperfecciones y, en ese camino, descubrió su talento. Ese ‘encuentro necesario’ se convirtió en una carrera que lo ha posicionado como uno de los maquilladores expertos de su país.
Publicidad
¿Qué es un maquillaje híbrido?
Matta identifica este estilo como la tendencia que marca el cierre de este año y la entrada del 2026. Este combina luminosidad con un semimate estratégico, una mezcla que mantiene el brillo natural de la piel sin renunciar a la cobertura cuando es necesaria.
“Antes buscábamos tapar. Ahora la gente se cuida mucho más. Y, cuando la piel está sana, ya no necesitas cubrir tanto”, afirma con la naturalidad de quien conoce la piel más allá del pigmento.
El objetivo –afirma– es que el rostro luzca como ‘segunda piel’, con una apariencia fresca y realista. Para lograrlo, insiste en la preparación: revitalizar la piel (hidratar profundamente), mejorar la luminosidad y reforzar la capa externa antes de aplicar color.
Publicidad
La tendencia global del skincare-makeup, productos que tratan e hidratan mientras aportan pigmento, avanza justo en esa dirección.
Tendencias: Retro y gótico elegante
El color también vive un momento de contrastes interesantes. Matta observa dos corrientes claras que convivirán durante el 2026: smokey eyes marcados, delineado dentro de la línea de agua, sombras grisáceas que aportan un aire enigmático en tonos que dialogan con las diferentes estaciones del año.
Publicidad
Esta estética retro de finales de los 90 y los 2000 (con azules intensos, metalizados y acabados cromados y gamas atemporales) convivirá con labios oscuros, personalizados con lápiz profundo y matizados con tonos rojos, pieles semimates y luminosas.
Para Matta, con catorce años de trayectoria en la industria, más importante que seguir una tendencia es saber dosificarla y adaptarla a cada estilo personal.
Maquillaje que cuida
La transformación del maquillaje no solo viene desde las tendencias, sino desde quienes desarrollan los productos.
Nicole Camacho, directora corporativa de maquillaje y joyería de Yanbal, describe un proceso de renovación más profundo que un simple ajuste de imagen: texturas que hidratan, pigmentos que conviven mejor con la piel y fórmulas que integran ingredientes de tratamiento o protección solar sin sentirse pesadas. Es una respuesta a una consumidora más informada, que quiere verse bien mientras usa un producto que cuida de su piel a largo plazo.
Publicidad
En Latinoamérica, explica Camacho, las preferencias mantienen una identidad marcada: se sigue buscando cobertura alta (en maquillaje), acabados que controlen brillo y productos de larga duración.
Una combinación influenciada por el clima y un estilo que ha favorecido una apariencia más pulida. Integrar esa demanda con fórmulas más amables con la piel ha sido –según detalla– uno de los mayores retos para la industria en la región.
La tendencia sigue apuntando hacia lo mismo: menos capas, más función y un maquillaje que aporte. (I)







