El glamour clásico se apoderó de la Met Gala este lunes en Nueva York. Las estrellas del cine, la música y el espectáculo rindieron un homenaje a la época dorada de Estados Unidos. Este año las excentricidades bajaron de nivel, pero las sorpresas y creatividad se mantuvieron al tope. Una de esas sorpresas fue dada por Kim Kardashian, quien aterrizó en la alfombra roja con un vestido ajustado de color carne recubierto de brillantes que evocaba a Marilyn Monroe, pues ¡sí era el vestido de ella!.