Los mileniales lo recuerdan claramente. La década del noventa y el inicio del nuevo milenio fue una fiesta de color en la moda con tonos pasteles y neón y con texturas futuristas que se alineaban con la globalización y el desarrollo temprano del internet. Los íconos de la música pop de entonces fueron los mayores exponentes de esa tendencia que ahora pretende traer de vuelta ese mismo optimismo y dulzura, luego de una pandemia global.