Tengo 48 años, me encanta mi trabajo. Hace 18 años, por asuntos de trabajo me trasladé a otra provincia. Me fue excelente, pero era soltero y me enamoré sinceramente de una compañera de trabajo con quien pensaba casarme. No fui correspondido, pues ella había estado enamorada de otra persona con quien se veía a mis espaldas, y por quien me terminó. Me dediqué a ‘disfrutar la vida’ con cuanta mujer me diera chance. Terminé embarazando a una mujer divorciada y con dos hijos.