Mi problema empezó desde que me dio un dolor de cabeza fuerte, hasta llegar a convulsionar, a los cinco días de haber dado a luz. Desde allí quedé muy nerviosa hasta el punto de no querer quedarme sola ni salir sola, porque enseguida sentía ansiedad, desesperación y hasta me daba por llorar. Tengo un marido muy comprensivo, pero me dice que ponga de mi parte, y la verdad es que no puedo, por más que trato de ser fuerte, me vence el miedo. No puedo ver a nadie enfermo porque me afecta a mí. Es una lucha ir al doctor, pero después de que salgo del consultorio me siento tranquila. He estado tomando pasiflora en las mañanas y en las noches, pero solo pensar en salir me enferma. Trato de estar alegre, escuchar música y me olvido por un rato, pero después sigo así. A veces me siento muy frustrada por no poder ser como antes, que salía donde sea sin pedirle permiso a nadie. Quiero dejar de ser miedosa.