Seductora hasta el final
Aventurera nada más
Me doy cuenta cuando clavas la mirada
Publicidad
No quieres amar, no quieres querer, no quieres saber
Nada de nada
Tú, seductora hasta el final
Publicidad
No, no me provoques, tienes que entender
Que yo no puedo amarte
Publicidad
Ni darte tanto
Si me haces daño
No, ya no me insistas, mira que soy frágil, yo
No me provoques.
Publicidad
D. B.
Hay mucho mensaje sobre los paradigmas hombre-mujer. Estamos en una nueva generación que cuestiona los dichos de las anteriores, como que “el hombre propone y la mujer dispone”. Ahora, la mujer está tomando un rol más activo en la relación, de avanzada. Los papeles se están invirtiendo.
Podríamos decir que es equidad de género, pero depende, porque la relación, sexual y sentimental, está debilitándose y dejando de lado el compromiso. Esa letra de “no quieres amar, no quieres saber nada de nada”, equivale a vivir el momento, la satisfacción, el goce inmediato, aun cuando más adelante no haya una relación estable. Ese es el verdadero mensaje; un romance que parece intenso, pero es superficial.
El autor continúa este diálogo con su pareja, mencionándole que es ella la que quiere tocarlo, quiere besarlo, pero siente que no hay un compromiso. Piensa que no le queda otra opción que dejarse seducir y responder a ese tipo de relación física-sexual, sin tener claro si hay algo más que esperar de esa persona.
El énfasis está en la posición pasiva que toma la persona seducida, que dice “no me lastimes”, porque detrás de un encuentro sexual puede haber involucramiento de sentimientos. Una relación sexual no es solo contacto físico, sino emocional. Los dos pueden salir perdiendo.
Los jóvenes no quieren compromiso, las estadísticas lo demuestran. Los matrimonios jóvenes y las familias con hijos han disminuido, de acuerdo con el Instituto Nacional de Estadística y Censos. Cada vez son más las parejas que tienen una relación informal.
Disminuye el número de matrimonios en Ecuador, es el tercer registro más bajo desde 1997
Los beneficios aparentes de una relación sin compromiso: no hay involucramiento, cada cual mantiene su espacio, se unen cuando tienen alguna carencia afectiva, emocional o sexual. A la larga trae perjuicios. Es difícil no involucrarse emocionalmente. No sabes cuán lastimado puedes terminar. Somos seres humanos e involucramos pensamientos, expectativas. Tarde o temprano habrá afectación emocional en este tipo de relaciones fugaces.