Negociadores de 175 países iniciaron la cuarta ronda de negociaciones, el pasado martes 23 de abril en Ottawa, Canadá, para elaborar un tratado global que reduzca la contaminación por plásticos, detectable en el mundo desde las cimas de las montañas hasta las profundidades del océano, así como en la sangre humana y la leche materna.

“El mundo cuenta con nosotros para lograr un nuevo tratado que catalizará y guiará las acciones y la cooperación internacional necesarias para lograr un futuro libre de contaminación de los plásticos”, dijo el embajador ecuatoriano ante el Reino Unido, Luis Vayas Valdivieso, presidente de las negociaciones dirigidas por la ONU.

“No fallemos”, agregó en la apertura de las sesiones que se realizarán hasta el 29 de abril.

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En 2022, esas naciones acordaron sellar un primer tratado mundial para fines de 2024, con medidas concretas para combatir la contaminación por plástico en todo el mundo.

La cita de Ottawa es considerada crucial, ya que es la penúltima antes de una ronda final de negociaciones prevista en Corea del Sur, a fines de este año.

Los plásticos han creado una dependencia de la “cultura del consumo de lo desechable”, dijo el Ministro de Medio Ambiente canadiense, Steven Guilbeault, para quien no existe una solución milagrosa. “Estamos aquí hoy porque reconocemos que debemos deshacernos de esta generación desechable”, resaltó.

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El ministro canadiense de Ambiente y Cambio Climático, Steven Guilbeault. Foto: AFP

¿Qué necesitan? Alcanzar entre el 60 y 70 % de los elementos aprobados por los delegados. “Para tener éxito en las negociaciones tenemos que reconocer que no podemos escoger entre reciclar, prohibir o innovar, debemos hacer los tres”, agregó Guilbeault.

Y aunque el consenso es amplio, las partes no se ponen de acuerdo en la forma, informa desde Canadá la AFP. Los activistas y oenegés medioambientales reclaman un recorte del 75 % en la producción de plástico para 2040, pero las naciones productoras de petróleo y la industria del plástico abogan más por el reciclaje (cuando apenas el 9 % del plástico en el mundo se recicla, según la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico, OCDE).

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Escultura 'El gran grifo plástico', del artista canadiense Benjamin Von Wong, fuera de la sede del Tratado Global de Plásticos, en Ottawa. Foto: AFP

El tiempo está en contra, para finalizar el instrumento (están en la cuarta sesión y aún no hay un borrador completo del tratado). ¿Cuánto más puede soportar el planeta mientras deliberamos?, se preguntó Inger Andersen, directora ejecutiva del Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (Pnuma).

Los exhortos nacionales deben transformarse en acciones concretas, dijo en la ceremonia inicial Eirik Lindebjerg, del Fondo Mundial para la Naturaleza. Hay una coalición de ‘grandes ambiciones’ formada por 65 miembros, entre ellos Ruanda, Noruega y la mayoría de los países de la Unión Europea.

Mientras tanto, la ONU pide a los negociadores ser más ambiciosos en su enfoque antiplásticos. “Hay un acuerdo cada vez mayor en que se puede eliminar el uso único y de corta duración (del plástico)”, puntualizó Andersen para la agencia EFE.

Según el Pnuma, la humanidad produce alrededor de 430 millones de toneladas de plástico cada año. Dos tercios se convierten rápidamente en residuos cuya gran parte termina contaminando la tierra, el mar y el aire, mientras se abre paso cada vez más en la cadena alimentaria humana; elementos microplásticos se han detectado en la sangre o en la leche materna.

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Organizaciones ambientalistas de Ecuador presentes en el Tratado Global de Plásticos

Diario EL UNIVERSO conversó con la abogada Adriana Moyano, observadora por parte de la Alianza Basura Cero Ecuador, y representante de la fundación ecuatoriana Mingas por el Mar. Ella está participando en la sesión del Tratado Global de Plásticos en Ottawa.

Desde el punto de vista de las oenegés, la importancia y urgencia de lograr el tratado se da por la contaminación plástica (principalmente) en todos los ecosistemas. En Ecuador, explica, sí hay un marco jurídico que incluye normativa específica para regular la generación y reducción de plásticos. En términos prácticos, el tratado reforzaría esta lucha y a su vez animaría a actuar corresponsablemente con otros países.

Activistas proclaman que "el plástico nos está envenenando", justo frente a la sede de las negociaciones por el Tratado Global de Plásticos, en Ottawa, Canadá. Foto: AFP

“Es instrumento internacional jurídicamente vinculante; la decisión de crearlo se dio en la quinta sesión de Asamblea de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (UNEA, marzo de 2022)”. Se estableció el deber de elaborar un tratado que aborde el ciclo de vida completo de los plásticos y las cinco rondas de negociaciones que deben terminar a fines de 2024″.

Pero la realidad ha sido frustrante, explica Moyano, pues el avance ha sido lento y poco, porque no hay un mismo espíritu en todos los estados. “Existe mucho retraso”, resume. Para la última sesión, en Busán, Corea del Sur, ya debería existir al menos un primer borrador del documento, pero eso no ha sucedido.

“Nos preocupa muchísimo, porque nuestro país es muy afectado por la contaminación plástica a pesar de no tener una industria petroquímica. Con este tratado tendríamos mejores metas globales”, indica, y no solo un marco normativo nacional para un problema que es mundial.

Por eso, el entorpecimiento de las conversaciones, la digresión en temas que no son prioritarios, son para Moyano distracciones.

Uno de los obstáculos es que en Ecuador no hay un sistema generalizado de gestión de residuos. Las iniciativas en este aspecto suelen ser privadas y a pequeña escala. (Y no todo el plástico se puede reciclar, nos recuerda Moyano). “Prácticamente nunca deja de existir, y su disposición inadecuada y el sobreuso del material” son dos grandes problemas, en especial en el sector de la alimentación.

Ella insiste en que todo esto puede ser reemplazado por otros materiales y por elementos tradicionales, reutilizables y duraderos, como la ‘vajilla verde’, es decir, la cerámica. Otra alternativa para la comida empacada es volver a comprar al granel, en comercios pequeños y locales.

El problema de la contaminación plástica no tiene soluciones a corto o mediano plazo. “No va a ser en 10 años ni más, pero sí es necesario tomar la acción (de parar la producción de plásticos) ahora. La sobreproducción es insostenible”.

Miembros de Greenpeace piden la reducción en la producción de plásticos ("el nuevo tabaco") en un 75 % para 2040. Foto: AFP

Hay que pensar en el largo futuro y en las próximas generaciones. La meta, dice Moyano, no es esperar a ver resultados rápidos para darnos ánimo. Sino reducir, evitando que llegue el momento en que nos ‘ahoguemos’ en el plástico.

El trabajo de las organizaciones civiles tiene mucho peso, no solo limpiando las playas o los bosques, sino también en el actuar de los gobiernos. “Con Mingas por el Mar, recabamos datos entre 2018 y 2019 de todas nuestras limpiezas de playa, y pudimos poner en evidencia en la Asamblea Nacional que la contaminación plástica en nuestras costas existe, y por eso en se impulsó la ley de plásticos de un solo uso en Ecuador, y desde 2020 es prohibido llevar y usar plásticos en áreas protegidas naturales.

En cuanto a la educación ciudadana en el manejo de los desechos, se dificulta por no contar con un sistema adecuado de gestión de residuos. “A nivel nacional son muy pocos los cantones que lo hacen, el resto se maneja con relleno sanitario o botaderos de basura”. Cualquiera de esas dos opciones, concluye la abogada y activista, es “una bomba de tiempo”, y más allá de cambiar la mentalidad de los usuarios, hay que comenzar con el cambio del sistema. “Ninguna playa que uno visita está realmente limpia. Y es peligroso que se nos haya hecho costumbre ver plástico en nuestras playas”.

El trabajo de las organizaciones es duro, pero un toque de optimismo lo da la concienciación ciudadana. “Seis años atrás, limpiábamos playas y nos veían como bichos raros, ahora lo hacen todos, las alcaldías, las oenegés, las personas. Somos cada vez más los que queremos este cambio”.

Fechas importantes en las negociaciones del Tratado Global de Plásticos

A la fecha, se han llevado a cabo tres rondas de negociaciones de las cinco rondas:

  • La primera (INC-1) se celebró en noviembre 2022 en Punta del Este, Uruguay.
  • La segunda ronda de negociaciones (INC-2) se llevó a cabo en París, Francia en junio de 2023.
  • La tercera en Nairobi, Kenia en noviembre de 2023.
  • La cuarta en Ottawa, Canadá, en abril de 2024.

La producción anual de plásticos se ha más que duplicado en 20 años hasta alcanzar las 460 millones de toneladas, y va camino de triplicarse en cuatro décadas. (I)