Una expedición científica, que está explorando las aguas profundas de la Reserva Marina de Galápagos, descubrió entre los 400 y 600 metros bajo el nivel del mar, en la cima de un monte submarino no cartografiado, un arrecife de coral totalmente prístino, cuya estructura tiene más del 50% de coral vivo, lo que constituye algo excepcional para estas profundidades.