Las anacondas son unos de los animales más peculiares del mundo, no solo porque son el segundo tipo de serpiente más grande, sino también por su comportamiento y su forma de cazar.
Conocida como la anaconda verde, esta serpiente se encuentra principalmente en regiones tropicales de América del Sur. La mayoría de estos animales habitan en los bosques, pantanos y pozas de Venezuela, Colombia, Brasil, Ecuador, Bolivia, Perú, Guyana, Guayana Francesa y Trinidad.
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Recientemente, una nueva especie de anaconda verde se descubrió en Ecuador. Se trata de la Eunectes akiyama, que tendría una diferencia genética de 5,5 % con la Eunectes murinus, y que antes se pensaba que eran las mismas porque lucen similares.
A continuación, te presentamos cinco peculiaridades de las anacondas.
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Son semiacuáticas
Las anacondas son semiacuáticas y se mueven con destreza en el agua. De hecho, pasan la mayor parte del tiempo sumergidas.
Cuando no están en las pozas y en los ríos, también se las puede encontrar en los árboles, desde donde acechan a sus presas.
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Son las serpientes más pesadas del mundo
Una anaconda promedio puede llegar a medir tres metros de largo, y a pesar de 25 a 35 kilogramos si es macho. Y si es hembra, puede alcanzar los 6 metros de largo y pesar de 35 a 85 kilogramos.
Sin embargo, fácilmente pueden superar ese peso y tamaño. Se han encontrado anacondas tan grandes que llegan a los 250 kilogramos y miden hasta 9 metros.
Cazan desde el agua y desde los árboles
Estas serpientes son la especie depredadora más peligrosa donde habita, pues tiene técnicas infalibles para cazar a sus presas. Lo que hace la anaconda es esconderse debajo del agua, donde es una excelente nadadora, y cuando un mamífero se acerca a beber agua al río, la anaconda lo atrapa y lo enrolla. Luego, lo asfixia hasta matarlo o incapacitarlo, y se traga al animal entero.
Cuando caza desde los árboles, lo que hace es saltar sobre su presa con su gran peso. De esa forma, incapacita a la presa y la asfixia hasta que se la pueda tragar.
El cuerpo de la anaconda está diseñado para poder tragar grandes especies de animales, como los jaguares, sin dejar de respirar.
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No son venenosas
Las anacondas no son venenosas, pues pertenecen a la familia de las boas constrictoras, lo que significa que para matar a sus presas no usa veneno sino su cuerpo.
Es decir, sus colmillos no representan un peligro para los mamíferos grandes, como los humanos, pero una vez que la anaconda se enrolla en el cuerpo de su presa, difícilmente la va a dejar ir.
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Protagonizan varias leyendas en América del Sur
Las tribus y pueblos que viven cerca del hábitat de las anacondas, suelen tener leyendas que reflejan el mítico poder de esta serpiente. Alrededor del río Amazonas, el más largo y caudaloso del mundo, se cree que las anacondas incluso tienen que ver con la creación del río.
Las leyendas amazónicas le dan a las anacondas el nombre de yacumama. ‘Yacu’, por la palabra Yaku, que en quechua significa ‘agua’; y ‘mama’ por la palabra ‘madre’. Así, se establece que la anaconda es la madre del agua, además de su guardiana, y su existencia es vital para el equilibrio de la vida natural donde habita. (I)