Cuando nos proponemos comenzar a practicar un deporte, o bien queremos mejorar nuestro rendimiento, seguramente se nos pasen por la cabeza diferentes preguntas sobre cómo organizar nuestras sesiones de entrenamiento. Una de ellas suele estar relacionada con la hora del día más adecuada para practicar actividad física. ¿Es mejor entrenar por las mañanas? ¿O debería ir al gimnasio por las tardes? ¿Y si lo que hago es un entrenamiento de larga duración? ¿Qué hay de real en todo lo que escuchamos sobre los biorritmos? ¿Por qué me encuentro mejor cuando entreno a una hora determinada?