No he pisado un aeropuerto desde la pandemia. Y esto se debe no al miedo de contagio, sino al simple detalle de que enfrentar más incomodidades en burocracias de control de inmigración es para mí una tortura insoportable. Pero no dejo de soñar. Hoy les tenemos algunas sugerencias de viajes carnavaleros, un tiempo del año donde siempre busco lugares alejados. Y tengo la suerte de tener un refugio playero donde el ruido más fuerte son los pájaros que nos despiertan temprano.