Este es un domingo electoral en el cual los votantes decidimos el futuro del país. Como revista dominical y suplemento semanal del Diario que este año celebra su centenario, nuestras ventanas se abren a esos nuevos horizontes que preocupan a todos, especialmente por la terrible época que hemos vivido desde el año pasado y la conciencia de que nuestro destino está en nuestras manos. Siento que como nunca antes, junto a ese virus de la desmedida politización de nuestras vidas –habla un comunicador que no ha conocido otro oficio desde que voló a Nueva York en 1968–, la pandemia actual nos ha llevado a pantanos todavía más letales. ]

Esta revista no se ha sumergido nunca en esas tierras movedizas porque nacimos como una ventana dominical para vivir otros aspectos de la realidad. “Era el mejor de los tiempos. Era el peor de los tiempos”. Con estas inmortales palabras Charles Dickens inicia su célebre Historia de dos ciudades, su novela sobre la incidencia de la Revolución francesa en París y Londres. Allí Dickens nos da lecciones de vida a todos, porque finalmente la humanidad avanza no con el totalitarismo de esos dueños de la verdad que a veces todo lo pueden.

Cada ser humano sueña su porvenir y el de sus hijos en un mundo de paz y amor, a pesar de las tragedias e injusticias que nos rodean. A eso apuntamos en estas páginas, tratando de ser siempre un apoyo en las buenas causas y su reconocimiento: las decisiones se toman con el corazón y la mente.