En este primer domingo del año tratamos de recuperarnos de todo lo que hemos vivido en tiempos pasados.

Para los que hacemos Diario EL UNIVERSO, volvemos la mirada a quien fue nuestro fundador Ismael Pérez Pazmiño, porque en septiembre celebraremos los cien años de algo que comenzó con una visión clarísima de las grandes responsabilidades que se asumen en un medio de comunicación y que todavía siguen vigentes en medio de hecatombes políticas, crisis financieras y pandemias. Más que nunca estos valores se mantienen incólumes, de la misma manera que Don Quijote enfrentó las peores desgracias buscando lo que parecían sueños imposibles.

Y como se trata del comienzo dominical en el nuevo año no podíamos olvidar aquellas tendencias e innovaciones que pueden hacer nuestras vidas más llevaderas, a veces de formas muy sutiles, como el tema de la portada sobre colores que pueden integrarse a comunes aspiraciones en diversos niveles, de la misma manera que el fulgor solar amarillo iluminó la inspiración del gestor del diario en momentos oscuros.

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Su sueño primordial era que el diario sea “una fuente de luz, calor y vida”, según dijo. Así como sueños quijotescos se realizan por el trabajo, el tesón y la valentía, esta debe ser la semilla que empuja a la humanidad en estas fechas. Nuestra tierra nunca perderá su fertilidad mientras estos ejemplos vivan con nosotros, porque de ello depende la existencia del país. Juntos habrá que hacerlo.