Antes de aplicar esta dinámica con los suyos, valdría la pena averiguar qué entienden sus hijos por amistad. De acuerdo con la psicóloga clínica Glenda Pinto Guevara, una relación de amistad para los jóvenes implica una igualdad en varios ámbitos de sus vidas (experiencias de vida, dudas, inseguridades, costumbres, hábitos e intereses, etcétera), es decir, una relación muy horizontal que contrasta con la jerarquía inherente entre un padre y su hijo. “Uno de ellos es un adulto formado con capacidad de decisión y otro es un joven en formación, con una natural inmadurez en muchos aspectos y por tanto, con poco criterio sobre diferentes ámbitos de su vida”, explica. “No existe igualdad entre dos seres humanos en diferentes etapas de su vida”.