La dermatitis atópica (eczema) es una afección que se presenta frecuentemente en niños, pero también puede manifestarse en adultos. Se trata de un trastorno que provoca enrojecimiento de la piel y picazón, esta problemática es duradera (crónica) y suele exacerbarse periódicamente, señalan los especialistas de la Mayo Clinic, en una publicación.

"No se ha encontrado una cura para la dermatitis atópica. Sin embargo, los tratamientos y las medidas de cuidado personal pueden aliviar la picazón y prevenir nuevos brotes. Por ejemplo, es útil evitar los jabones fuertes, humectar la piel de forma regular y aplicar cremas o ungüentos medicinales", se indica en el artículo médico.

¿Cuáles son los síntomas?

Los síntomas dependerán de la persona que padezca la enfermedad y estos variarán en cada caso. Entre los más comunes están:

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  • Piel seca
  • Picazón, que puede ser grave, especialmente durante la noche
  • Manchas de color rojo a marrón grisáceo, especialmente en las manos, los pies, los tobillos, las muñecas, el cuello, la parte superior del pecho, los párpados, la parte interna de los codos y las rodillas, y, en el caso de los bebés, el rostro y el cuero cabelludo
  • Pequeños bultos, que pueden perder líquido y cubrirse con una costra al rascarse
  • Piel engrosada, agrietada, escamosa
  • Piel en carne viva, sensible e inflamada por rascarse

Esta enfermedad puede empezar a manifestarse antes de los cinco años y seguir presentándose hasta la edad adulta. Algunas personas presentan exacerbaciones periódicas que luego desaparecen por un tiempo, incluso por varios años.

Los especialistas de la Mayo Clinic señalan los casos en los que se debe buscar una valoración médica, sobre todo en el caso de los niños:

  • Están tan incómodos que la enfermedad afecta el sueño y las actividades diarias.
  • Tienen una infección cutánea; busca rayas rojas, pus o costras amarillentas.
  • Continúan sintiendo los síntomas, a pesar de haber probado con remedios caseros.

¿Qué causa la dermatitis atópica?

La piel sana permite conservar la humedad y nos protege de las bacterias, los irritantes y los alérgenos. El eczema está relacionado con una variación genética que afecta la capacidad de la piel de proporcionar esta protección. Esto da lugar a que la piel se vea afectada fácilmente por cualquier factor.

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En algunos niños, las alergias alimentarias pueden incidir en la aparición de eczemas.

¿Cómo podemos prevenir esta enfermedad?

Hay pautas que podemos seguir para prevenir episodios de dermatitis (exacerbaciones) y minimizar los efectos de sequedad de tomar un baño, según la Mayo Clinic:

  • Humecta la piel al menos dos veces por día. Usa cremas, ungüentos o lociones que mantengan la humedad. Elige uno o varios productos adecuados para ti. El uso de vaselina en la piel del bebé puede ayudar a prevenir la aparición de dermatitis atópica.
  • Intenta identificar y evitar desencadenantes que empeoren la afección. Algunos factores que pueden empeorar la reacción cutánea son el sudor, el estrés, la obesidad, los jabones, los detergentes, el polvo y el polen. Reduce la exposición a los desencadenantes.
  • Los bebés y niños pueden sufrir exacerbaciones al consumir determinados alimentos, como huevos, leche, soja y trigo. Consulta con el médico de tu hijo cómo identificar las posibles alergias alimentarias.
  • Toma un baño o una ducha más cortos. Limita los baños y duchas a 10 o 15 minutos. Y usa agua tibia en vez de caliente.
  • Toma un baño de lejía. La American Academy of Dermatology (Academia Americana de Dermatología) recomienda considerar un baño de lejía para ayudar a prevenir las exacerbaciones. Un baño con lejía diluida reduce la cantidad de bacterias en la piel y las infecciones relacionadas. Agrega 1/2 taza (118 mililitros) de lejía de uso doméstico (no lejía concentrada) a una bañera de 40 galones (151 litros) llena de agua tibia. Las medidas están indicadas para una bañera de tamaño estándar de EE. UU. llena hasta los orificios de drenaje de desbordamiento. Sumerge del cuello hacia abajo o solo las zonas afectadas de la piel durante alrededor de 10 minutos. No sumerjas la cabeza. No tomes baños de lejía más de dos veces por semana.
  • Usa solo jabones suaves. Elige jabones suaves. Los jabones antibacteriales y desodorantes pueden eliminar más aceites naturales y secar la piel.
  • Sécate con cuidado. Después de tomar un baño, seca la piel dando golpecitos delicadamente con una toalla suave y aplica una crema humectante con la piel aún húmeda. (I)