Regresa a Ecuador para liderar un programa de posgrado que llama mucho la atención a escritores jóvenes interesados en mejorar su escritura y ampliar su visión de la literatura latinoamericana, ¿por qué es tan importante dentro de este oficio continuar creciendo y experimentando con los textos?
La literatura es un aprendizaje sin final porque habla de la experiencia humana, siempre cambiante. Y el campo de la literatura latinoamericana es muy amplio y estimulante, exige métodos complejos para abarcar la producción de un continente y, cada vez más, las inquietudes creativas sobre las que se ha escrito y reflexionado tanto y que también estudiaremos, es decir, las perspectivas latinoamericanas sobre los procesos creativos. La novedad es que esta maestría de la Universidad Andina incluye escritura creativa y ambas menciones se complementan muy bien, le dan otro nivel. Es algo que no se había hecho antes en Ecuador.