Hace años una mujer fue asesinada por su esposo por ser infiel y él se quitó la vida. Las tres hijas fueron criadas por parientes. Cuando crecieron, sus vidas fueron parecidas a las de la madre, infieles con sus parejas, dejando a su paso hombres destruidos (uno de ellos se suicidó). Las vidas de las nietas son iguales. Mi pregunta es ¿existe la maldición generacional? ¿Por qué los hombres que se enamoran de ellas no son capaces de rehacer sus vidas, y al contrario, parecen enloquecer de amor? ¿Las hijas de esta generación repetirán la historia cuando sean adultas?
Karen,
Cuenca