Aparecen en las coronas, en espacios que hay entre los dientes, cerca de la raíz del diente o cerca de los empastes u otros tratamientos dentales y nos hacen lucir muy mal. Se trata de las caries.

La carie es la destrucción de los tejidos de los dientes causada por la presencia de ácidos producidos por las bacterias de la placa depositada en las superficies dentales.

Leonardo Bionatto, máster en Promoción de la Salud y Desarrollo Social, indica que hay varios factores que favorecen la proliferación de las bacterias que causan caries. Para evitar que éstas dañen nuestra dentadura, debemos mantener una buena higiene bucodental y, además, llevar un buen control odontológico.

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Las caries puede comenzar tan pronto como aparece el primer diente. "Un diente de leche duele igual que uno permanente", explica Yuliana Gutiérrez, odontopediatra. Y añade que la mejor forma de proteger los dientes de tus niños es enseñarles buenos hábitos desde que les aparece el primer diente de leche y visitar al especialista para consultas, seguimientos y tratamientos.

Otro de los factores para la aparición de caries es el consumo de malos alimentos:

Azúcares

El exceso de alimentos ricos en hidratos de carbono, como bebidas azucaradas, dulces y bollería industrial. Entre más se consuman, mayor el riesgo de desarrollar caries.

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El odontólgo español Iván Malagón indica que las malas costumbres; entre ellas, la mala alimentación, se deben abandonar para salvar nuestros dientes y prevenirlos de posibles problemas y enfermedades.

Almidones

Alimentos como el pan, la papas, cereales y maíz, también favorecen el desarrollo de la caries. No quiere decir que debes dejar de consumirlos pero sí estar pendiente del modo de consumo de los mismos. Es mejor comer una sola vez esos productos y no trozos pequeños varias veces.

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Estos alimentos al estar en contacto con los microorganismos de la boca disminuyen el pH de la saliva y estimulan el proceso de caries.

Cigarrillos o tabaco

El tabaco provoca pérdida en la permeabilidad de las mucosas, disminuyendo la oxigenación de todo tejido, dando lugar al envejecimiento prematuro y ausencia de salud de los tejidos que rodean al diente.

Lo recomendable es cepillarse los dientes una hora después de cada comida. Es importante estar pendientes de nuestra dentadura, revisar constantemente nuestros dientes y si notamos alguna irregularidad, dolor o síntomas anormales en nuestra boca, es necesario acudir al dentista. (S)