No me refiero a los que han partido de este plano, sino a los que estando aquí no están. Tampoco me refiero a los zombis que habitan en el planeta caminando sin conciencia y repitiendo lo que otros dicen y hacen. En esta columna, dedicada al mundo online, a las redes sociales y todo lo que se vive en ellas, me doy la oportunidad de expresar una reflexión sobre los que no están en ese mundo. Los que no se conectan no porque no quieran, sino porque no pueden.