Si te gusta el deporte es muy probable que en algún momento hayas ingerido alguna bebida helada para refrescarte. Tal vez no has tenido problemas, pero se han reportado casos de fallecimientos como el de Ludwin Flores Nole, de 27 años, quien no sobrevivió al choque de temperaturas.

Tras disputar un partido de fútbol, Flores retornó a su casa. Saludó a su esposa, tomó una botella de agua que estaba en la nevera e ingirió el líquido. Al poco tiempo se empezó a sentir mal. No soportó. Murió de camino al hospital.

Esto sucedió el año pasado en el departamento de Piura, en el noroeste de Perú.

Publicidad

Sus familiares contaron que el médico les explicó que Ludwin "había sufrido de un paro respiratorio fulminante debido a que tomó agua demasiado fría mientras el cuerpo se encontraba caliente".

A este caso se lo conoce como corte de digestión, y no es habitual que se dé por beber agua fría. Pero si el líquido entra en contacto con el cuerpo caliente podría generar complicaciones, recoge una nota de Infobae, que añade sobre el caso del joven peruano que tras el ejercicio físico, el agua helada provocó un reflejo cardiovascular de causa nerviosa que ocasionó una alteración en su ritmo cardiaco.

"Se dice que con la práctica deportiva es posible perder de dos a cuatro litros de agua cada hora, por lo que es muy común que una persona ingiera agua inmediatamente después de entrenar. Sin embargo, los especialistas recomiendan que se haga de manera moderada y a temperatura ambiente", se menciona.

Publicidad

El portal 20 minutos reseña en una publicación que es poco frecuente este problema, pero puede ser peligroso debido a que se puede producir una alteración del ritmo cardíaco e incluso con una parada cardíaca en casos extremos, más si el individuo ingresa a un cuerpo de agua helada. (I)