Según un estudio de la Universidad de Yale, las personas que leen libros viven dos años más que las personas que no leen, y eso no depende del género, la educación, la riqueza o la salud. El informe extrapola que la lectura exhaustiva promueve la inteligencia emocional y la empatía, un proceso cognitivo que es el resultado de una mayor probabilidad de sobrevivir.