Las artes, como las conocíamos hasta hace poco, por lo pronto, no volverán a ser. Las grandes instituciones encargadas de la promoción y difusión de las artes visuales llegaron a medir el éxito de sus exhibiciones basándose en las altas cifras de afluencia de público, una situación que por cierto se había vuelto insostenible y afectaba el bienestar de los trabajadores, ya que aquellas equivalían a millones de dólares solo en taquilla.