Hay algo mágico cuando uno pisa por primera vez ciertos lugares del mundo. Hace unos meses, Moisés Pinchevsky descubrió Florencia y esa sonrisa de felicidad en la foto no se debe solo a las maravillas de Miguel Ángel y de los otros maestros del Renacimiento que engalanan museos y veredas, sino a esa arquitectura tan repleta de arte que se conserva milagrosamente en la bella Italia.