Doris (nombre protegido) es una entrenadora de jiu jitsu que gracias al entrenamiento constante de esa disciplina y desfogue de estrés, dejó de ingerir antidepresivos y ansiolíticos para la ansiedad, depresión y desorden bipolar tipo dos que le diagnosticaron a una temprana edad. Las pastillas fueron parte de la cotidianidad de Doris por doce años, dice.