La pasión puede ser una fuerza que te llena de energía y plenitud, es la materia prima con la que se construyen negocios, se crea arte y se ganan medallas olímpicas. Sin embargo, si no se tiene cuidado, la pasión también puede convertirse en una fuerza destructiva, que lleva al sufrimiento y la angustia. Entender cómo sucede esto, y cómo se puede evitar, es esencial para nuestro bienestar mental, así como para vivir de manera productiva y apasionada.