Ya vino un loco e hizo la locura. Era un extranjero experto en kayaks que al observar la tremenda cascada se le ocurrió subirse a su pequeña embarcación y lanzarse en caída libre en medio de los millones de litros de agua que rugen en cada segundo. “Sobrevivió”, nos cuenta un habitante del sector que atestiguó la hazaña, quien no recuerda de qué país venía aquel desquiciado.