Es el mes del amor y el día de los tórtolos ya quedó atrás, pero sea que dejaste pasar una oportunidad acaramelada con tu otra mitad o que hayas vivido velada romántica con siete gatos de departamento, esta es una serie a la que se le debe dar al menos una oportunidad.

You se estrenó en septiembre del 2018 en Lifetime Estados Unidos y se internacionalizó en diciembre 26 desde que estuvo disponible en Netflix. Basado en el libro epónimo escrito por Caroline Kepnes, la historia es un thriller psicológico que comienza como muchos romances genéricos de libro o de la realidad. Así la serie nos demuestra que los hombres inteligentes, leales y románticos aún existen, pero podrían ser mucho más de lo que una chica realmente querrá manejar. La advertencia máxima es que la primera cita con You podría ser la última… si te miras de corrido los nueve episodios.

Cada uno dura alrededor de 45 minutos, con cada giro inesperado desencadenando en otro más electrizante y hasta que una pregunta gigante para el final te obliga a ver el siguiente de inmediato con el potencial de comerse nueve horas de un tirón y hacerte olvidar otras citas prometedoras en el proceso. Al igual que muchos libros, esta serie está narrada en primera persona por su protagonista principal, Joe Goldberg. Joe, interpretado por Penn Badgley, utiliza su voz hipnótica y metódica para ir explicando su línea de pensamiento desde que conoce por primera vez a Guinevere Beck (Elizabeth Lail). Él es un hombre chapado a la antigua que trabaja en una tienda de libros pero conoce perfectamente cómo usar la tecnología moderna, y cómo muchas veces esta nos distrae de lo que realmente es importante. O al menos, eso es lo que él te diría.

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La obsesión es el hilo conector a lo largo de la serie y pronto te das cuenta de que cada relación que Beck mantiene con las distintas personas de su vida tiene importantes elementos manipulativos y disfuncionales, todos diseccionados por los pensamientos omnipresentes de Joe, que se ve como el héroe desinteresado de la mujer de sus fantasías. De esta manera se exploran las amistades de Beck, su relación con romances pasados, su familia e incluso con nuevas personas que entran a su vida desde que empieza a verse con Joe.

La alquimia entre todos estos actores es perfecta y las relaciones coinciden como ingredientes de magia negra en pentágono de sangre. Por supuesto, nada ni nadie puede tener la pureza de sentimiento de nuestro narrador o su capacidad salvadora para ayudar a su amada a trascender todos los obstáculos y ser la mejor versión de ella misma. O tal vez he pasado mucho tiempo escuchando los pensamientos de Joe.

El ritmo es otro elemento que fluye con maestría, siempre sabiendo el momento perfecto para soltar una revelación, abrir una pregunta o acabar conclusivamente con algún evento, esta es otra manera en la que la atención de la audiencia se mantiene en puntos elevados. Tal vez se haya notado que en esta crítica he tratado por sobre todo de evitar los spoilers, pues esta serie no es lo mismo sin sus twists, y una vez llegado al episodio final de esta primera temporada no se puede esperar para el comienzo de la segunda, que ya está confirmada y se empezó a filmar este mismo febrero. (O)