Liam, nombre protegido, tiene solo 7 años y lleva cinco días hospitalizado en el Roberto Gilbert de Guayaquil para salvar su manito izquierda.
El pasado 2 de enero estaba jugando con otros amigos en un espacio en el que quedaron los restos de años viejos en el cantón El Triunfo (Guayas) cuando, al escarbar entre las cenizas, una explosión le cambió la vida.
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La doctora Anita Soria, médico de la Unidad de Quemados de dicho sanatorio, contó que el menor llegó con la mano izquierda destruida por la explosión de camaretas.
“La mamá nos cuenta que el niño salió a jugar con los amiguitos. Solo escucharon la explosión fuerte y, a lo que salieron, le vieron los daños en su manito y varias lesiones en su cuerpo”, comentó la doctora.
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Agregó que el menor fue llevado a un hospital en El Triunfo, donde fue asistido de emergencia. Se le hizo una curación pero, al ver la gravedad de sus heridas, lo tuvieron que derivar al hospital Teodoro Maldonado Carbo, del Instituto Ecuatoriano de Seguridad Social (IESS), ubicado en el sur de Guayaquil.
Allí también le hicieron limpiezas pero, como necesitaba operaciones y atención especializada en pediatría, optaron por la derivación final en el Roberto Gilbert, a la Unidad de Quemados.
La doctora explicó que se le han realizado varias cirugías. “Recibimos un paciente con amputación traumática en su manito, fracturas múltiples, exposición de tejidos y quemaduras de tercer grado; incluso se le hizo una transfusión de sangre”, señaló.
Añadió que la mamá dice que los amiguitos cuentan que cogió una camareta; pero, por las lesiones, ellos creen que fue un tumbacasa o un grupo de camaretas que estaban pegadas, “porque una sola camareta no amputa la mano”, refirió la doctora.
Soria agregó que se le practicará otra cirugía más para revisar cómo quedará su manito, para ver si podrá hacer en el futuro ejercicios de circulación y si podrá retomar la movilidad.
“El periodo aquí en el hospital va a ser prolongado. Hay que hacer algunos análisis, porque debemos ver si se puede recuperar la movilidad en sus dos deditos; si no, ver si es más factible una prótesis de su mano completa”, expresó la especialista.
El menor está acompañado de psicólogos para conocer su actual situación, a fin de que la vaya asimilando luego de este accidente.
“El niño le repite a su mami si ella lo va a ayudar a salir de ese problema, si ya eso va a pasar... Eso dice él”, contó la doctora, quien espera que en los próximos días el niño mejore su condición y pueda irse recuperando. (I)