La jornada de María Cecilia Espinoza arranca a las 06:30. Ella llega a la Unidad Educativa Bilingüe La Inmaculada, ubicada en las calles Eloy Alfaro y Colombia, deja sus cosas en la oficina y ordena pendientes antes de liderar la oración que se realiza todos los días con los estudiantes en el patio.
Esa rutina la asumió desde el 26 de abril, pero ahora en el rol de rectora del colegio. Espinoza, de 45 años, fue designada en el cargo luego de que la antigua autoridad, sor Margarita Narváez, pasó a ser la Madre Provincial de la Congregación de las Hermanas de la Providencia y de la Inmaculada Concepción en el Ecuador.
Ella se convierte en la primera laica que liderará el colegio que en septiembre cumple 123 años de vida institucional.
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Históricamente, las religiosas han asumido este rol. Este cambio no significa que varíen los principios del colegio, ya que la congregación estará cerca. La madre superiora aún tiene parte en el manejo de la institución.
De igual forma, la parte espiritual continúa íntegra junto a su área de pastoral y cumpliendo el rol de formación religiosa.
Espinoza detalla que la madre provincial es quien designa junto con un consejo a los rectores. La noticia de su designación la recibió en Semana Santa.
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”Yo siempre veo en mi vida la mano del Señor”, dice María Cecilia, quien lleva casi 20 años dentro de la institución.
Yo veo en mi vida siempre la mano del Señor y creo que él realmente ha ido haciendo todo. Yo creo que él va estar adelante realmente trazándome el camino”
María Cecilia Espinoza, rectora de La Inmaculada.
La antigua rectora, relata, la citó para indicarle que se necesitaba ayuda de los laicos. “Ella me habló de la sinodalidad, que es caminar juntos como iglesia. Si bien tenemos los referentes de los religiosos y sacerdotes, pues los laicos también estamos llamados a comprometernos y seguir adelante en su labor de evangelizar”, afirma Espinoza.
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Su historia dentro de los pasillos del colegio data desde su formación, se graduó de La Inmaculada en 1995.
Luego de sus estudios superiores, a los 25 años, ingresó al colegio en el 2004 como docente de inglés, luego asumió la coordinación del área y fue parte del equipo que trabajó para lograr la certificación ISO entre 2007 y 2009.
En ese entonces, aquellos profesores y religiosas que habían sido sus mentores, ahora eran sus jefes y compañeros de trabajo. En 2012 fue designada como vicerrectora, cargo que ostentó hasta abril de este año.
Espinoza es ingeniera comercial graduada por la Universidad Católica de Santiago de Guayaquil (UCSG), licenciada en Educación con mención en Inglés y máster en Gerencia Educativa por la Universidad Técnica Particular de Loja (UTPL) y máster en Pedagogía de los Idiomas de la Universidad Casa Grande.
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Para María Cecilia este nuevo cargo es el resultado de un camino lleno de retos. Uno de los primeros los vivió durante sus primeros años como docente fue cuando el colegio pasó a ser mixto y bilingüe.
Ahora, uno de los desafíos en la parte académica es llevar hacia adelante actividades referentes a la innovación y madurar el programa de robótica que formará parte de la malla curricular.
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En lo espiritual, asegura, el reto es lograr -tal como se ha hecho hasta ahora- que los niños y los jóvenes que salgan de las aulas de la institución sean íntegros. “No solo esperamos que salgan formados académicamente sino, sobre todo, formados en su corazón y fortalecidos en el amor de dios en su corazón”, manifiesta.
Según Espinoza una característica importante que tiene La Inmaculada es que más que una institución es una familia.
Por ello, desde su designación ha tenido el apoyo de los padres de familia. “Quiero que tengan la confianza y la seguridad de que por lo menos de mi parte, que quiero tanto al colegio y que lo siento como mío, habrá ese carisma y se mantendrán los valores como están establecidos hace más de 100 años”, expresa.
Ahora con María Cecilia en el cargo, como vicerrectora asume Cecilia Ochoa, quien estaba a cargo de la coordinación de la sección básica. (I)
