Abraham Tene reservó un pavo de 26 libras por $ 83 en el local El Sanduchón, con el fin de compartirlo con un grupo de quince personas, entre hermanos, tíos, suegros, cuñados, que se reunirán la noche de este 24 de diciembre.
“Siempre venimos a reservar acá porque le meten los aliños y el sabor es bueno”, dijo Tene, quien este sábado lo retirará temprano para llevarlo al sector de El Fortín de la Flor, donde continuarán con otros preparativos para la reunión familiar.
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A pocas horas de la Nochebuena, Tene fue parte de los clientes que acudieron a adquirir pavo y además chancho, dos de los principales alimentos que prefieren los hogares locales para compartir en la tradicional cena de Nochebuena.
En paralelo, en los locales tradicionales donde ofrecen estos productos, además los ciudadanos cuenta este año con la alternativa de llevar las cenas ya armadas.
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Representantes del negocio El Sanduchón, uno de los más tradicionales, indicaron que sigue predominando la tendencia de venta de pavo para esta festividad con el 70 % y el cerdo al 30 %. Estos se llevan enteros (en el caso del chancho por piernas) y también desmenuzado en tarrinas.
Mylena Farfán, dependiente del negocio El Sanduchón, ubicado Colombia entre Esmeraldas y Los Ríos, expuso que los clientes pueden llevar por el mismo precio tanto la libra de pavo y chancho a partir de $ 13,50 y la media a $ 8.
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En tema de reservas, este negocio obtuvo pedidos desde la segunda de diciembre para el retiros en estos días. Unos 500 lo tenían previsto para el viernes 23, mientras unos 700 estimaban despachar en la jornada de este sábado 24. Asimismo, desde las 06:00 de hoy tendrán a disposición la atención de venta directa a los clientes que se acerquen al local.
Farfán comentó que los clientes suelen solicitar sobre todo las piernas de chancho de 20 y 25 libras y el pavo entero de 28 y 32 libras, que se cotizan en alrededor de $ 64 a $ 102. Adicionalmente, se expende la tarrina de relleno por $ 10,50 cada libra.
Asimismo, por primera vez en este local cuentan con porciones de cena navideña integrada con arroz con pimiento, ensalada rusa, salsa de cebolla, cuero, relleno y la proteína (pavo horneado o chancho). Cada plato se expende a $ 8.
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Hasta el cierre de esta semana se habían dado unos 50 pedidos de estas cenas, indicó Farfán. “Frecuentemente lo piden las empresas; lo han requerido en cantidades grandes”, dijo.
En el local de El Sabrosón, ubicado en Bolivia entre Esmeraldas y Los Ríos, la administradora Roxana Molina de Peralta comentó que de igual manera del 1 al 20 de diciembre se dieron unas 150 reservas de piezas de pavo y chancho. Y con ese panorama estimaba que las ventas de este año puedan superar en el 40 % a lo acontecido el año pasado en movimiento comercial.
“La tendencia es el pavo tanto en fileteado en tarrinas con presentaciones de libra ($ 3,30) y media libra, como pavos enteros, que tenemos en rangos de 20 a 38 libras ($ 66 a $ 115 a $ 120). Los precios los mantenemos en la medida de lo posible a pesar de que proveedores aumentaron los precios”, dijo y agregó que también ofrecen el servicio de horneado entre $ 10 a $ 15.
En el restaurante Gustavo’s, local del mismo El Sabrosón, se ofrecen la cena completa para ahorrar el trabajo de la preparación de cada uno de los componentes del platillo. Allí reparten relleno, arroz, medallones de cerdo o pavo, por $ 12, para la degustación en el sitio, con bebidas ilimitadas, y además tienen envíos a domicilio.
Ante el aumento de casos de COVID-19, los usuarios acuden a comprar en su mayoría tratando de mantener los cuidados sanitarios.
En el local El Sabrosón, una cliente, Cecilia Aguirre, al igual que otros, mantuvo puesta su mascarilla durante todo el proceso de compra que incluye el paso a un área donde se exponen las piernas de chancho y pavos enteros. Ella optó por llevarse una pieza de cerdo de 18 libras, que se cotiza en $ 56.
“El pavo no me gusta, pero lo como en año nuevo. En Navidad prefiero el chancho, bien horneadito, con una ensaladita fría”, comentó la mujer, que se anticipó con un día en la compra para evitar el trajín de las filas de última hora.
Para hoy, ella disfrutaría la cena con otros allegados en su vivienda en Durán, donde prevé agradecer a Dios por todo lo acontecido, tanto “lo bueno como lo malo”
Otro cliente, Segundo Espinoza, también pidió una pierna de chancho por 20 libras. Terminó gastando $ 60, aproximadamente, por obtener el cerdo, ya que a la hora que llegó aún debía esperar unos minutos si requería de un pavo horneado.
Él cotizó el chancho para compartir con unos cinco colegas de trabajo en una institución pública en la tarde de este 24 y además con unos ocho personas, entre hijos, hermanos y esposa, en su hogar durante la noche. “Siempre cuando nos toca trabajar nos encargamos de llevar a los compañeros”, dijo Espinoza. (I)