Preocupada por el notable sobrepeso de su hijo de 10 años, Estela sometió al menor a varios exámenes. Ella es diabética al igual que sus progenitores y temía que su hijo tuviese la enfermedad pese a su corta edad, pues consumía bastante grasa saturada (salchipapas, pizzas, hamburguesas, bandejitas y demás platillos).