Seguido de los óleos, los sacerdotes vestidos con sotana blanca ingresaron a la Catedral a paso lento.

Más de un centenar de fieles llegaron hasta esta iglesia para participar de la misa que fue oficiada por monseñor Luis Cabrera, arzobispo de Guayaquil.

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Lupe Coyago junto con su padre asistieron a la eucaristía. Ella participa de los eventos religiosos de la Semana Santa todos los años como una forma de agradecimiento por la remisión de cáncer de su padre.

Sacerdotes de diferentes parroquias se unieron a la misa crismal. Foto Carlos Barros Foto: El Universo

”Este es un momento de reflexión, en medio de todo lo malo este es un momento en el que se puede continuar teniendo paz”, dijo la mujer, de 57 años.

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Asimismo, Patricio Infante, quien se trasladó desde la Floresta, con la asistencia a la misa crismal, cumplió la promesa que le hizo a su madre que falleció en enero de este año.

”Quiero sentirme cobijado y abrigado por el Señor en medio de tanta violencia”, manifestó.

En la misa crismal se consagró el aceite con bálsamo que sirve para ungir a las personas que se bautizan, se confirman y las que reciben la orden sacerdotal y episcopal.

Fieles de distintos sectores llegaron a la misa crismal. Foto Carlos Barros Foto: El Universo

”Hoy tenemos una nueva oportunidad para poner en el centro del corazón a Dios”, dijo Cabrera durante la ceremonia.

En esta misa, además, los padres renuevan sus votos sacerdotales. Con esta celebración se da inicio al triduo pascual, que representa a la pasión, muerte y resurrección de Jesús.

A la ceremonia de bendición de los óleos le siguieron la lectura del evangelio y la homilía.

En esta iglesia se celebrará a las 19:00 la misa de la cena del Señor, en la que se realiza el lavatorio de pies. (I)