Eulalia Lourdes Martillo Zambrano es una señora de 52 años que a edad temprana adquirió un compromiso, tuvo cinco hijas y debió dedicarse a varios oficios para sacar adelante a su familia. Por ello, interrumpió y dejó inconclusos sus estudios de colegio.

En las tres últimas décadas, el camino de esta mujer ha tenido varios oficios para solventar las necesidades básicas de sus cinco hijas. Laboró en una joyería, en una bodega y además en el comercio de diversos productos.

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Una vez que sus hijas culminaron satisfactoriamente los estudios de colegio y ahora, además, tiene seis nietos, ella retomó la idea de terminar el capítulo pendiente en su vida: los estudios de secundaria.

Con jornadas de sacrificio y entrega, alcanzó la distinción como la abandera del pabellón nacional del plantel Leonidas García en la jornada nocturna.

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Como Martillo, a nivel nacional, el Ministerio de Educación contabiliza 3.713 abanderados, de los cuales en la Zona 8 se concentran 458 destacados alumnos entre Guayaquil (409), Durán (32) y Samborondón (17).

“Yo había prometido que hasta que no se gradúe mi última hija de colegio no iba a tomar los medios para ponerme a estudiar, hice esa promesa”, dijo esta mujer oriunda de la parroquia manabita Guale (Paján).

A partir del 2021, en época de pandemia, ella contó que volvió a la educación colegial de manera virtual en el plantel fiscal Alfredo Pareja Diezcanseco, de la Martha de Roldós. Allí consiguió también un primer logro como la alumna más destacada de la promoción.

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Cuando uno tiene hijos, eso lo motiva a que uno haga el esfuerzo por darles la alimentación y educación, uno tiene que aprender a como dé lugar, siempre hay cosas buenas; eso les enseñé a mis hijas, a saber trabajar”.

Eulalia Martillo, abandera de jornada nocturna de la U. E. Leonidas García

Al culminar esos ciclos de educación básica continuó el bachillerato en el colegio nocturno Leonidas García, en la vía a Daule, y ahora tras quince meses de estudio en el tercer nivel alcanzó el promedio de 9,72/10 que le sirvió para llevar el estandarte nacional, cuyo día oficial se conmemora este martes, 26 de septiembre, con ceremonias de juramento a la bandera.

Esta abuela considera una bendición conseguir la distinción como la mejor alumna por sus notas de la promoción de tercero de bachillerato.

“Soy una mujer de fe, nunca perdí la esperanza de salir adelante, nunca imaginé estar con este privilegio que Dios me ha dado, he sido un ejemplo más para mis hijas”, reflexionó.

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En este camino, ella, que además es la mayor de edad en su promoción, resaltó que procuró poner atención a las clases, consultar todas las dudas posibles a sus docentes y principalmente organizar su tiempo en relación con actividades del hogar y cuidado de su madre.

“Los profesores recién ahora vienen a saber mi edad, pensaban que tenía 32 años”, comentó entre bromas.

Durante este tiempo de estudios, como ella se quedó sin trabajo como comerciante, sus hijas recompensaron su esfuerzo y la apoyaron con los gastos básicos para que continúe asistiendo a clases.

En el aula del plantel, ella suele mostrarse como un ejemplo con sus compañeros tanto por su dedicación a extensas horas de estudios, buena conducta y actuaciones destacadas como por la limpieza del aula al salir de clases.

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Eulalia Martillo, abanderada  del colegio  Leonidas García en jornada nocturna, en un salón de clases. Foto: El Universo

Por ahora, dos de sus cinco hijas están por graduarse en estudios superiores y las otras tres le han manifestado su deseo de también retomar sus estudios para conseguir la titulación en una carrera profesional.

“Ellas se están motivando, se dan cuenta de que yo a mi edad me lo propuse y aquí estoy”, contó y agregó que incluso en su barrio trata de incentivar a vecinas jóvenes que tienen estudios inconclusos para que sigan su ejemplo.

Esta mujer manabita, residente en Guayaquil desde hace tres décadas, tiene aspiraciones de seguir avanzando con estudios superiores en Leyes. Esto viene motivado por su afán y deseo de buscar justicia para las buenas personas.

El pasado lunes, en un encuentro con este Diario, ella era fotografiada en un salón y allí aprovechó para aconsejar a los jóvenes de la jornada vespertina del Leonidas García. A ellos les dijo que aprovechen el esfuerzo que hacen sus padres por proveerles una educación y que sigan sus sueños.

“Yo me quedé a mitad de camino, pero mira donde estoy, yo quise superar algo que se había quedado ahí, ya lo he logrado, pero nunca lo imaginé a esta edad”, dijo mientras en el patio se realizaba un ensayo para la jura de la bandera este 26 de septiembre, en el día clásico del símbolo patrio. (I)