Los estragos del fenómeno de El Niño se reflejarían en distintos escenarios de ciudades de todo el perfil costero y afectarían incluso las actividades de empresas.

María del Pilar Cornejo, docente investigadora de la Espol, explica las posibles consecuencias y las acciones preventivas que pueden tomar ciudadanos, entidades y compañías para enfrentar este evento climático.

¿Qué impactos se podrían generar con la presencia de El Niño en ciudades, sobre todo costeras?

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Hablemos de dos situaciones. Ciudades que están realmente en el filo costero, que tienen infraestructuras construidas sobre la playa o en zonas muy bajas, se pueden ver afectadas doblemente. Una, porque el sistema de drenaje y alcantarillado a lo mejor no es suficiente para evacuar las aguas lluvias. Y la otra, porque cuando tenemos fenómenos de El Niño, el nivel del mar aumenta, la ola va a llegar más arriba en la playa y esto va a afectar a todo lo que esté cerca del filo costero.

Ahora, ciudades que están un poco más hacia adentro, como Guayaquil o Portoviejo, van a estar afectadas sobre todo por el tema de precipitación. La afectación va a ser, dependiendo del lugar, por precipitaciones que causan inundaciones o también problemas por oleaje.

En la parte municipal, ¿qué se podría recomendar para que enfrenten estos pronósticos de lluvia y subida de mareas?

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Hay algo que es importante y es que lo que nos ocurrió en marzo y abril se puede repetir con el fenómeno de El Niño. Entonces, ni siquiera tenemos que irnos a buscar información de otros eventos anteriores, como el 97-98 o el 82-83 (periodos de El Niño), tenemos esta memoria fresca de lo que pasó en el invierno y eso se puede repetir. Puede buscar información de lo que sucedió en ese pasado reciente y tomar acciones preventivas. Si se inundaron ciertas calles, averiguar por qué. ¿Fue porque el alcantarillado no funcionaba? ¿O fue porque los vecinos botaron la basura cuando no debían y se tapó la alcantarilla? ¿O fue porque hay una construcción más arriba que está impidiendo el desfogue de las aguas? Esto permite a cualquier autoridad tomar acciones.

Las acciones no solamente son de las autoridades, como ciudadanos tenemos una responsabilidad y es la de autoprotección. Podemos contribuir no sacando la basura cuando no toca, si tenemos árboles en nuestra propiedad que puedan estar afectando cables eléctricos, pues llamemos a la empresa eléctrica para que los pode.

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En el caso de los municipios hay mucha queja de que reciben un presupuesto prorrogado, de que los dejaron con los presupuestos ya comprometidos, pero siempre hay acciones que pueden tomar, muchos municipios tienen maquinaria y si no, estos deberían asociarse con sus consejos provinciales.

En Guayaquil se intervienen en canales de desfogue como medida preventiva ante el fenómeno de El Niño.

Habría industrias, sector camaronero, agrícola, pesquero, que también estarían influenciadas positiva o negativamente. ¿Qué recomendaciones se podrían dar?

En el tema camaronero, en el caso de las piscinas, puede bajar la salinidad, se me pueden dañar los muros. En el caso de las bananeras, si no tengo suficientes sistemas de drenaje, puedo quedar inundado. También hay plagas que no puedo controlar normalmente porque cuando llueve mucho no se puede fumigar.

Hay un problema que nos va a afectar a todos y es el tema logístico, el tema de las vías. No solamente es un tema para mover la carga a través de las diferentes carreteras, sino que también es el medio de abastecimiento de nuestro alimento del día a día. Así que la prioridad en este caso de los consejos provinciales y del Ministerio de Transporte y Obras Públicas debería ser saber cómo están las vías, revisar pilas de puentes, tener acciones para qué, por ejemplo, en el caso de la ruta Guayaquil-Salinas si se inundó La Camarona y se quedaron un montón de carros parados ahí. Si ya sabe que esa zona se inunda, debería tener maquinaria presta en la zona para limpiar las palizadas que tapan los drenajes y causan esta inundación.

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El sector privado dentro de las ciudades, las empresas, los comercios. ¿Qué vamos a hacer?, ¿qué planes de contingencia tiene? Hace como uno o dos meses llegó una comunicación en la Espol donde el Ministerio del Trabajo disponía que todas las instituciones públicas y privadas deberían elaborar su plan de contingencia. Yo me pregunto si lo han hecho y ¿por qué es necesario? Si yo soy una industria en Durán y mis empleados vienen de Guayaquil o viceversa, ¿cómo garantizo que van a llegar? ¿Cómo sé si viven en un barrio que se inunda o no? Nos pasó en la época de marzo y abril, tenemos nuestro sistema de transporte (de Espol) para el personal administrativo y algún personal no pudo llegar porque las rutas estaban inundadas. Entonces, se suspendieron las actividades y nos fuimos al teletrabajo, porque ya tenemos esa organización. Yo no creo que todo el mundo esté con ese plan de contingencia que le permita reaccionar inmediatamente.

Carlos Zapata, director del Inocar: El Niño de 1997 fue fuerte, unas condiciones bastante duras y rigurosas. Se prevé que este Niño de 2023 va a ser moderado

Hay sectores en Guayaquil que ya se conoce que se inundan, por ejemplo, vía Daule, Urdesa, otros del norte, ¿en esas zonas, qué se podría hacer?

(...) Creo que aquí es un tema no solamente de saber qué barrio se inunda, sino los que estamos en el barrio ¿qué vamos a hacer? Este es un trabajo colectivo, yo creo que el enfrentar eventos extremos, como el fenómeno de El Niño, o el enfrentar cambio climático, es un tema que conlleva el accionar de todos. Aquí se requiere un pacto nacional, estamos todos dispuestos a contribuir a que se reduzca ese riesgo de desastres, de hacer nuestra parte, si no, esto no va a parar nunca.

En el caso, de las industrias que están cerca del río, del estero Salado, a veces coinciden que sube la marea, hay lluvia y no hay desfogue. ¿qué podrían aplicar?

Depende de la implantación de cada una de las empresas y también de cuáles son sus rutas de acceso o rutas de evacuación, y cada una deberá elaborar un plan de eso. Lo primero que hay que hacer es saber dónde estoy situado, si me inundo a qué se debe y en cuánto tiempo ha bajado el nivel del agua en eventos anteriores, cuando dejó de llover minutos, y entonces tengo que planificar y tengo más o menos que tener una cartita escrita de que si llueve tantas horas me puedo inundar a este nivel. ¿Puedo trabajar así o no puedo trabajar? Si no puedo trabajar, entonces plan A, ¿qué voy a hacer? Saco mi hojita y digo, ok, vamos a hacer esto, esto y esto, para no parar la producción, o vamos a hacer esto de acá, pero voy a tener un plan, tengo que tenerlo. No puedo esperar a estar con el agua a la rodilla, eso ya va a ser muy tarde. Si hago estos planes institucionales para enfrentar el fenómeno de El Niño, voy a construir de alguna manera resiliencia y voy a estar mejor preparado. Sabemos que hay rutas que se inundan, entonces evitemos esas rutas. Hoy hay muchas herramientas, podemos todos tener un mapa de dónde está viviendo nuestro personal y montar ese mapa sobre el mapa de las zonas que se inundan.

Capacitación de parte de la Espol a una empresa. Cortesía.

Si yo como empresa sé dónde vive mi personal y sé que estas zonas se inundan y probablemente estas personas no van a poder asistir a trabajar, entonces, ya de una vez les digo: este turno sé que no lo voy a tener, les doy tres días de vacaciones. No pierde el empleado, no pierde la planta y vienen otros de la zona que no está inundada a trabajar. En el año 97, 98, recuerdo que una empresa grande de alimentos balanceados para camarones creyó en Espol y comenzó a hacer su plan de contingencia, lo comenzó a aplicar desde más o menos julio, agosto, del 97. ¿Qué hizo? Transportó a expertos a que hablen en cada una de las zonas donde vendían su alimento sobre el fenómeno, cuáles serían los impactos, etc., y además preposicionó su alimento en esos lugares. Cuando las carreteras se inundaron, ellos tenían sus productos listos para vender. No perdieron o si tuvieron pérdidas, fueron mínimas. Hay acciones que funcionan, hay lecciones que aprendimos y hay cosas que podemos hacer.

Las lluvias también pueden generar problemas al procesamiento del agua para las ciudades. ¿Cómo podría afectarse?

Aumenta la turbidez en el río justamente porque al estar nosotros en la parte baja de la cuenca de Guayas vienen arrastrando las lluvias y el mismo río sedimentos de toda la cuenca alta. Y eso hace que el nivel de sedimentos sea muy alto en la zona de captación del agua en la toma. Existen métodos químicos y mecánicos para reducir eso, pero hasta un cierto punto, porque no se le puede meter químicos al agua más de un cierto nivel, porque si no ya tendría un efecto negativo en la salud. Y hay otro problema también. Como aquí en Guayaquil estuvimos acostumbrados a que falta el agua porque se iba el agua, no había presión. La mayoría de las casas que se construyeron a partir del año 90 tienen cisterna, si estamos en una zona que se inunda, la cisterna va a quedar bajo agua. Entonces vamos a tener agua contaminada.

Tenemos que pensar en dos cosas. Una, las ciudades como Guayaquil pensar en qué van a hacer si es que no pueden potabilizar el agua. Cómo van a solucionar este problema. Y también casa adentro, cómo lo vamos a solucionar los usuarios. Si la planta de La Toma no puede producir la capacidad que necesita, vamos a estar en problemas y tendremos que aprender a sobrevivir con menos agua. Y eso conlleva otro tema, aquí gastamos mucha agua: manguera para lavar el carro, para lavar el patio, lavar la vereda. Creo que son necesarias unas campañas previas de lo que se pueda presentar con mayor intensidad en El Niño, porque el problema del agua no solamente es el agua para tomar, sino que es un tema de saneamiento. Ese es un problema que puede convertirse en algo grave.

¿Qué tan importante será la inversión de los municipios en estas acciones de mitigación para no lamentar pérdidas cuantiosas?

Lo principal es que cada municipio revise el plan de desarrollo y ordenamiento territorial que dejó su antecesor. En ese plan debió dejar hecho cuáles son los mapas de riesgo. Es una línea base que me sirve para establecer dónde está el mayor riesgo en mi sector, en mi municipio, en mi prefectura. ¿El cuánto inviertan? Eso va a depender de cuánto tengan. Y entonces hay dos tipos de soluciones, las que llamamos soluciones estructurales, por ejemplo, construir un muro para no inundarme o sembrar árboles para que los árboles retengan sedimentos y no se me llene luego la toma de agua. Pero también hay soluciones no estructurales, son estas de hábitos, de comportamiento, de cómo me organizo frente a lo que pueda pasar.

Con base en los análisis que hacen los expertos como usted, ¿estos fenómenos de El Niño, además de los de 1997 y 2023, serán más recurrentes?

El Niño en el siglo XX ha tenido un comportamiento diferente frente a Ecuador. Sí hemos tenido Niños en este siglo, ya hemos tenido seis. Lo que pasa es que nosotros no hemos sentido el impacto. Estos eventos se espera que sean más frecuentes debido al cambio climático. Y si no son más frecuentes como fenómeno de El Niño, sí son eventos que se parecen. Y para los que no creen en cambio climático, yo creo que basta revisar un poco las noticias alrededor del mundo. Huracán, que se llama tifón, en Libia; huracán que se llama ciclón en el Pacífico; en la zona de México, hubo uno hace poco; el tema de incendios forestales, este que casi aniquiló toda una población en Hawái; incendios forestales en Canadá, que llevaron una mala calidad de aire a todo el noreste de Estados Unidos; olas de calor en Europa en estos momentos. Entonces, todos estos eventos los vamos a ver con mayor frecuencia. Y nuestra exposición hacia ellos es cada vez más grande.

Escasez de sardina, atún y otras especies marinas, uno de los efectos que tendría el aumento de la temperatura por el fenómeno de El Niño

En Ecuador, El Niño suele traer lluvias e inundaciones, pero en otras localidades ¿qué escenarios se suelen dar, hay sequías en otras latitudes?

El Niño tiene impactos diferenciados. Sí hay países que sufren sequías, el nordeste de Brasil tiene sequías, en uno de los últimos eventos, inclusive tuvieron que gastarse como $ 1.000 millones en llevar porque la gente no tenía para tomar.

No todos los impactos son negativos. En el caso de Ecuador, por ejemplo, de filo costero, las temperaturas en la playa son agradables, podemos ir a la playa de largo. Normalmente en esta época los costeños no vamos porque nos morimos de frío, pero las temperaturas están agradables, así que podemos aprovechar. Hay bastante dorado para el ceviche, aparece el camarón pomada, el camarón marino, que también es un buen alimento. También los cultivos de ciclo corto, cultivos que duran 2-3 meses, que podemos hacerlo aprovechando estas temperaturas y aprovechando que todavía tenemos agua en algunos de los sistemas naturales.

¿Cree que ahora estamos mejor preparados que en anteriores fenómenos de El Niño?

Esa es una pregunta compleja, la gente piensa siempre que la preparación va a depender del plan de contingencia y de lo que haga la Secretaría de Gestión de Riesgos o los Comités Operacionales de Emergencias o de Gestión de Riesgos de los municipios, etc. El problema en este caso no es El Niño solamente. No es la única amenaza, tenemos varias amenazas que concurren. Es como que estoy anémico, me da COVID y encima no tengo para comprar una buena carne o un buen pollo para hacer una sopa que me levante, ¿no es cierto? Entonces, tengo El Niño, tengo cambio climático, tengo todavía COVID, que está por ahí dándose las vueltas, tengo las enfermedades que se han derivado de la estación invernal, hay dengue todavía, en lo que es la parte agrícola aparecieron plagas, y tenemos la parte social, las amenazas sociales son altas, la inseguridad, la situación económica que arrastramos desde el 2018 y la situación política. Tendremos presidente en diciembre, cuando se termine el año, se termine el presupuesto, entra con un presupuesto prorrogado, hasta que aprenden a manejar los ministerios y todo lo demás no sabemos qué va a pasar. Entonces, tenemos esas amenazas, ahora vámonos al otro lado, porque riesgo es igual amenaza por vulnerabilidad. Vámonos al lado de la vulnerabilidad. ¿Qué necesitamos? Necesitamos buenas carreteras. ¿Han tenido mantenimiento? Necesitamos un sistema de salud listo, fuerte y preparado para recibir a todas las personas que puedan estar afectadas. ¿Cómo está el sistema de salud? Necesitamos un sistema educativo que pueda transmitir esta información a los diferentes niveles educativos para que puedan estar preparados. Entonces, yo creo que en esos aspectos estamos mal, o al menos yo no creo que tengamos una preparación suficiente como para poder enfrentar al Niño. Entonces, nuestro nivel de vulnerabilidad es alto y ese es un problema.

¿Estamos a tiempo de corregir o de aplicar alguna acción hasta que llegue el fenómeno?

Sí, siempre, pero yo creo que en la mayoría de los casos que he comentado esto va a depender del flujo de caja. No sabemos cuál es ese flujo de caja. (I)