Finalmente este lunes, 26 de agosto, empezará el proceso de derrocamiento del edificio Fantasía, la estructura de catorce pisos ubicada en la avenida 9 de Octubre, entre José Mascote y Esmeraldas, que fue apuntalada hace dos meses para evitar que siga inclinándose.
Así lo confirmó este fin de semana el personal de la Empresa Pública de Seguridad de Guayaquil (Segura EP), que desde temprano estará en la zona para supervisar los primeros trabajos.
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Apuntalar el edifico tomó tres semanas y hace un mes el alcalde de Guayaquil, Aquiles Alvarez, indicó que el proceso para contratar a una compañía que se encargue de derrumbar la edificación ya estaba en Compras Públicas y que por orden judicial debía hacerlo en el menor tiempo posible.
Del 29 de junio al 20 de julio, el Municipio de Guayaquil instaló seis pilotes de 33 metros para asegurar el edifico, que tenía una peligrosa inclinación de al menos 40 centímetros.
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Sobre el carril sur de la avenida 9 de Octubre también se construyeron dos bloques de anclaje, que contienen una armadura de hierro reforzado en su interior que aguanta el peso de la estructura. Este sistema fue colocado en los primeros pisos del edificio.
Mientras duren estos trabajos, la avenida 9 de Octubre seguirá cerrada, desde la calle Esmeraldas hasta José Mascote, lo que trae afectación en la circulación y el comercio.
¿Quién pagará la demolición?
Iris Pintado, representante de los propietarios del edifico Fantasía, indicó este domingo, 25 de agosto, que no han recibido ninguna notificación de parte del Municipio. Dijo que no conocen cuál es el valor del derrocamiento ni quién lo va asumir.
Esta es la ruta para demoler el edificio Fantasía, en la av. 9 de Octubre y Esmeraldas
Pintado también indicó que meses atrás una jueza ordenó la inmediata demolición de la estructura para evitar desgracias y por la paralización de los negocios aledaños, pues una comerciante de la zona demandó a los propietarios por la paralización de su local.
“La jueza ordenó entonces que los valores que se den en esta demolición aún no van a ser cobrados. Que todo queda pendiente hasta segunda orden, pero que tenían que demoler ya, porque esto afectaba a muchos”, comentó la mujer que vivía en el piso 9, con su hija menor, hasta hace un año. (I)