La época lluviosa trae consigo la llegada de los grillos, insectos que para muchas personas resultan molestosos por el fuerte sonido que emiten o por los daños que provocan en la ropa. No obstante, desde la perspectiva ambiental estos animales cumplen una importante función.

Forman la base de muchas cadenas alimenticias, es decir, son importantes para aves, mamíferos y otros vertebrados. Y en los ecosistemas naturales sirven para controlar la sobrepoblación de plantas y ayudan a mejorar la biodiversidad, explica Álvaro Barragán, profesor de Entomología de la Pontificia Universidad Católica del Ecuador.

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Estos son los factores que inciden para la disminución de grillos en varios sectores de Guayaquil

“Sin embargo, cuando el hombre modifica el ambiente para desarrollar la agricultura o implantar jardines artificiales los insectos pueden causar daños y por esto se denominan, antropocéntricamente, como plagas”, señala el especialista.

En la naturaleza, los grillos y otros ortópteros prefieren las áreas con alteraciones intermedias, como claros de bosque, producidos por caídas de árboles, riveras de ríos, en donde hay crecimientos de plantas pioneras que les sirven de alimento, refiere Barragán.

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En ciudades como Guayaquil, que está bordeada por el río Guayas, es difícil evitar de una manera natural a estos insectos.

“Además, las luminarias públicas y privadas resultan un atractivo para estos insectos, pues estas funcionan como atrayentes artificiales. Una opción sería eliminar estas fuentes de luz, lo que lamentablemente puede ocasionar otros problemas sociales como la inseguridad”, menciona el entomólogo con interés en los insectos con valor forense.

Pero considera que haciendo investigaciones sobre los requerimientos óptimos de temperatura y humedad que demandan los grillos es posible crear modelos predictivos con los cuales se puede saber cuando serían los picos de actividad y buscar soluciones que permitan controlar la población de estos insectos.

Julián Pérez Correa, ingeniero ambiental y director de la fundación Japu, explica que generalmente los grillos viven debajo de la tierra, pero con las lluvias ellos salen a la superficie para poner huevos y reproducirse. Luego de dos o tres semanas los insectos mueren de manera natural, explica.

“No salen todos los grillos al mismo tiempo. Salen progresivamente, pero hay un tiempo que es cuando se ven masivamente, claro, se mantiene (salida) durante toda la época de lluvia, pero ya para marzo no es el pico tan grande, eso sucede en Guayaquil y en parte de la Costa también”, expresa él.

Y en la línea del entomólogo Álvaro Barragán, Pérez sostiene que la proliferación de grillos coincide con la época reproductiva de muchas especies de bosque seco.

“Y sirven de alimentación de unas especies de aves o especies de mamíferos justamente en esta época de lluvias (...) no solo alimento para adultos, sino alimento para la nueva generación que se está reproduciendo. Entonces, es importante tener en cuenta que a pesar de que cause cierto recelo a la comunidad, son importantes para la alimentación de aves y mamíferos”, dice él.

En Ecuador ya se come grillo, por ahora en snack

¿Se los puede evitar? El ingeniero ambiental sugiere mantener cerradas las puertas y ventanas de las casas como una medida paliativa, puesto que los insectos y el resto de animales al igual que los seres humanos son parte del entorno natural.

Si se trata de atentar contra la naturaleza, recalca, no es aconsejable alejar a estos animales con insecticidas ya que a más de matarlos se generaría una cadena de envenenamiento de aves y mamíferos que se los comen. (I)