Eduardo García se movilizó del bloque 10 de Flor de Bastión para asistir en compañía de su esposa y tres hijos a la iglesia San Vicente Ferrer, en el cerro del Carmen.
Ellos aprovecharon esta mañana para concurrir a la misa de las 09:00 que se ofició por Domingo de Ramos.
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El vecino del noroeste indicó que en este tiempo elevará sus oraciones por el cese de problemas que afectan a su zona y otras de la urbe porteña, como los problemas de inseguridad provocados por la violencia criminal y los estragos del invierno que siguen afectando a la población.
“Queremos acercarnos un poco más a Dios por el tiempo que estamos pasando y fortalecer la fe”, mencionó el hombre que suele concurrir cada domingo a esa iglesia.
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Otro ciudadano, Juan Cordero, morador del cerro del Carmen, adquirió tres ramos para hacerlos bendecir en esa misma misa.
Él agradeció por la salud de sus familiares e incluso la propia, por encontrarse en mejor estado tras padecer un infarto hace más de un año. “Pidiéndole a Dios he mejorado, no podía ni pararme, antes no podía caminar, con fe voy a seguir mejorando”, expuso el hombre que a paso lento llegó hasta el templo religioso.
Como otros fieles, él insistió en que espera que en esta Semana Santa o Mayor se puedan expresar pedidos por la recuperación de la juventud envuelta en problemas sociales, como la drogadicción y el alcoholismo.
En otras iglesias, como la Catedral, también hubo alta concurrencia de fieles que aprovecharon las primeras horas del día para acercarse a las misas y después pasar en sus hogares o dedicarse a otras actividades laborales.
En los exteriores de templos se intensifica la venta de ramos, que se ofrecen desde $ 1 por unidad. Un día antes, al por mayor, se vendían a $ 2,50 la docena en los alrededores del mercado artesanal de la avenida Machala.
Al mediodía, la Catedral y otros templos del centro lucieron copados de fieles que llegaban a participar de las homilias. (I)