Los racionamientos de energía eléctrica han desencadenado en una baja en el trajín de locales comerciales, incluyendo restaurantes del centro de Guayaquil, según sus trabajadores.
El martes 1 de octubre, el Gobierno ecuatoriano estableció que los cortes de energía serán de seis horas en dos franjas de horarios, del 4 al 20 de este mes. Con ello, entre comerciantes de esa zona están expectantes de las franjas que se aplicarán para adaptarse y mantener sus atenciones.
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Para muchos, la disminución de los extensos horarios representan “un alivio” en medio del escenario que se combina con crisis económica y problemas de seguridad. Hasta ahora han tenido cortes tanto en horas de la mañana y de noche.
El ministerio de Energía detalló que los nuevos horarios serán de lunes a jueves, entre las 18:00 a 20:00 y de 00:00 a 08:00 , y de viernes a domingo, entre las 16:00 y 19:00 y de 00:00 a 10:00. En cada esas franjas se aplicarán cortes dos a cuatro horas por definirse.
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En un restaurante de la avenida 9 de Octubre y Chile, su administradora Luzmila Ramírez expuso que debido a los apagones muchos peatones piensan que no hay atención por presentarse ambientes oscuros y no entran al local.
Ahí ha bajado el trajín de clientes en al menos el 40%.
Durante los últimos días, en esa zona han tenido programado que se suspenda el servicio 10:00 a 14:00 y de 18:00 a 20:00. “El sábado (anterior) supuestamente se iba de 18:00 a 20:00 y era 20:30 y no volvía, eso ha afectado para cerrar la venta del día”, acotó ella.
Por esa situación, desde el domingo anterior usan un generador de energía para abastecer a focos y caja de cobro.
“De día que nos den la oportunidad de generar (ingresos) que solo sean los cortes en la noche, porque está complicada la situación hoy en día”, dijo.
Debido a los cambios de horarios, ella refirió que han tenido que hacer cambios constantes en su logística para recibir a proveedores que acuden a abastecer con productos.
En un local de tecnología, Maikol Naranjo, expuso que la merma de clientes también se refleja en el establecimiento.
Ahí, él trata de tener encendidas con generador eléctrico para que el cliente acuda a comprar. En días regulares suelen pasar los $100 en ventas y ahora no llegan a esa meta.
Asimismo, consideró que los cortes que se aplican en sectores y barrios alejados del centro afectan la presencia de clientes, que en muchos casos prefieren retornar a sus hogares mientras haya luz natural por no quedarse a oscuras a su regreso o optan por no salir.
“La gente no entra, si se va la luz se quieren ir temprano están más preocupados de los cortes y delincuencia por temor y llegar a su casa con luz y que no les pase nada”, agregó.
En la mañana del miércoles, él se mantenía distendido en el ingreso del negocio a la espera de clientes. Eso era inusual a las jornadas habituales sin apagones en la urbe. Antes, unos 35 clientes eran atendidos en promedio entre las tardes y noches en el local ahora apenas reciben unas 8, apuntó.
En torno a los cortes futuros, él dijo que los cortes deberían aplicarse de acuerdo a las necesidades del sector, como en las madrugadas, puesto que los comercios y oficinas del casco comercial requieren de energía en horas de mañana y tarde.
“Así llegaríamos y ya habría luz, así no se gasta gasolina en los generadores”, comentó.
Asimismo, entre bares, discotecas y restaurantes que atienden en las noches han reiterado sus pedidos que los horarios no se apliquen en las noches puesto que son las horas que permiten atender a su clientela que llega a sus sitios.
En medio del trajín también hay locales de comida que operan cerca de sitios estratégicos, y no no han resultado afectados por falta de servicio, pero sí por la merma de paso de la presencia de gente en calles.
Ese es el caso de Geoconda Cruz, quien tiene un restaurante en Córdova y Pedro Carbo. En la acera del frente de su negocio sí se va la luz.
“Podemos tener luz, pero se siente el movimiento bajo como el resto”, dijo la mujer que tiene cuatro focos recargables en casos emergentes. (I)