Karina se desmayó en la sala de su casa a mediados de marzo. No reaccionó al olor del alcohol con el que su hija intentó despertarla. Inconsciente, la trasladaron a un hospital privado del norte de Guayaquil, en donde horas después le explicaron que su madre había sufrido un coma diabético, causado por un nivel extremadamente alto de glucosa (azúcar) en la sangre.