A echar cuentas, minimizar pérdidas y seguir vivos. Es lo que tienen que hacer los Lakers de aquí a que empiecen los playoffs, para lo que faltan ya menos de nueve semanas. ¿Por qué? Principalmente, porque van a estar solos ante el peligro. Con un calendario complicado (como el de casi todo el mundo, por otra parte), una diferencia mínima entre los de arriba y los de abajo que otros años no ha habido (este sí por el coronavirus, la reducción a 72 partidos...) y un momento de la temporada en el que prácticamente todos los equipos necesitan ganar, los Lakers no tienen a disposición a sus dos estrellas: LeBron James y Anthony Davis.