“A lo lejos, sin chance de vestirse de dorado, Richard Carapaz, tantas veces ayudado por Jhonatan Narváez, lanzaba puños al aire para festejar el triunfo ecuatoriano. Al término de la prueba, abajo de las bicicletas, se enfundaron en un abrazo. Carapaz se conformó con que la medalla dorada quedara en manos de su amigo y hombre de confianza”, dice un fragmento de la información que la agencia de noticias AFP difundió al mundo. Esa parte del cable verifica a la perfección el grado de emotividad y épica que tuvo el desenlace de la competencia de ruta de los Juegos Panamericanos de Santiago 2023.