Faltaron apenas 100 metros para una victoria, un poco de piernas, pero entregó todo Jhonatan Narváez, parte de una escapada en la clásica belga Kuurne-Bruselas–Kuurne que lo tuvo a punto de un logro histórico para el ciclismo nacional, que con el Lagarto empieza a incursionar en las clásicas europeas.
Ineos Grenadiers mostró sus cartas desde el inicio, puso a sus hombres delante del pelotón y con ellos Narváez, que se animó a atacar en tramos para quedar en el corte bueno, que buscaría la meta.
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Con 78 kilómetros para el final, el Lagarto atacó y empezó la disputa por quedar en el grupo delantero, integrado luego por 18 corredores, con Narváez, su compañero Tom Pidcock y una brecha de 50 segundos con el pelotón.
La intensidad del ritmo impuesto por los escapados dejó en el camino a varios hombres. Con 18 kilómetros atacó Christophe Laporte (Jumbo-Visma), Narváez salió a rueda y se juntó luego Taco van Der Hoorn (Intermarché-Wanty-Gobert Matériaux), el trío que intentaría alcanzar la gloria.
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Los últimos kilómetros fueron para los intereses de Quick-Step Alpha Vinyl, que tiró del pelotón y buscó posicionar a sus mejores hombres para el cierre.
Con 1.000 metros para la meta, Narváez intentó un último esfuerzo, pasó a comandar el trío de escapados, respondieron sus compañeros de fuga, pero fue más el impulso del pelotón que terminó por devorar a los aventureros, que tenían a la vista la meta.
El neerlandés Fabio Jakobsen (Quick-Step) pasó por delante del grupo, seguido del australiano Caleb Ewan (Lotto Soudal) y el francés Hugo Hoffsteter (Arkéa Samsic), que conformaron el podio final.
Jakobsen marcó el tiempo del pelotón en 4 horas 32 minutos 13 segundos tras completar los 195,1 kilómetros del trazado.
Narváez cruzó la meta con igual tiempo, en el puesto 39, destacado además como el único latinoamericano que corrió la Kuurne-Bruselas-Kuurne este 2022, la segunda clásica en su calendario, formato de carreras a las que apunta el de Sucumbíos esta temporada. (D)