Faltaron apenas 100 metros para una victoria, un poco de piernas, pero entregó todo Jhonatan Narváez, parte de una escapada en la clásica belga Kuurne-Bruselas–Kuurne que lo tuvo a punto de un logro histórico para el ciclismo nacional, que con el Lagarto empieza a incursionar en las clásicas europeas.