Desde el origen de las Grandes Ligas a los peloteros de raza negra no se les permitió jugar béisbol en ese circuito, pero el 15 de abril de 1947 el afroamericano Jackie Robinson (1919-1972) debutó con los Dodgers (entonces de Brooklyn) en el estadio Ebbets Field y tuvo el coraje para vencer la discriminación racial. Ahora, de distintas formas, se recuerda el primer juego del beisbolista que tuvo perseverancia y paciencia para vencer muchas dificultades y convertirse en leyenda y símbolo de los derechos civiles y de la lucha contra el racismo.