Los Juegos Olímpicos de París prometen ser un espectáculo de fuerza, agilidad y resistencia, no solo en las competencias, sino también en la villa olímpica, específicamente en las camas de los atletas. Las camas anti-sexo, hechas de cartón, han sido puestas a prueba por los propios atletas, demostrando ser más resistentes de lo que se pensaba, publica diario Marca.