La Champions League 2024-2025 se escribe con tinta fresca. Atrás quedaron los viejos relatos de hegemonías repetidas y trofeos ya conocidos. Hoy, el fútbol europeo mira con otros ojos a dos instituciones que, durante décadas, vivieron en la orilla de la gloria. Arsenal y Paris Saint-Germain (PSG) están en semifinales, y el viento sopla a favor de un desenlace que nunca se ha contado: un campeón inédito.

El PSG, club que ha invertido millones y generado expectativas temporada tras temporada, sin lograr consolidar esa promesa de realeza europea. Ni con Neymar, ni con Lionel Messi, ni con Sergio Ramos. Hoy, curiosamente, sin tantas figuras deslumbrantes, pero sí con varios jóvenes talentos, el equipo de Luis Enrique está más consolidado que nunca. El colectivo se ha impuesto al marketing, y la ambición vuelve a encontrarse con la plantilla. El recuerdo de la final perdida en 2020, ante el Bayern Munich, aún pesa, pero ahora hay hambre, convicción y una estructura táctica más sólida.

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Allí brilla el zaguero central ecuatoriano Willian Pacho, quien ha sido considerado por varios analistas de fútbol a nivel mundial como uno de los mejores en su puesto en la temporada. Inclusive, su mismo entrenador lo mete en el saco de los mejores del mundo por su velocidad, fuerza, entendimiento del juego y dominio de la pelota.

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El defensa ecuatoriano Willian Pacho fue uno de los más destacados en la llave de cuartos de final entre el PSG y el Aston Villa. Foto: AFP

A su vez, su compañero de zaga, el brasileño Marquinhos, lo elogió tras ser uno de los héroes del pase a semifinales, salvando un gol in extremis ante Aston Villa que pudo forzar la prórroga y quizás cambiar la historia.

Pachito es un monstruo. Cada vez demuestra su gran nivel. Y se lo merece mucho, es buena gente, buena persona. Trabaja mucho. Tiene una fuerza. Es muy completo, tiene todo. Yo estoy acá para ayudarlo, que tenga confianza y siga trabajando”, apuntó el seleccionado de la auriverde.

Ecuador está a las puertas de tener a su primer campeón de Champions League en la historia, luego de convertirse en el tercer tricolor en colarse entre los cuatro mejores de Europa luego de que lo hicieran Antonio Valencia (2011, con Manchester United) y Pervis Estupiñán (2022, con Villarreal). Pero en frente estará el Arsenal, cuadro que al igual que el PSG, no ha logrado levantar la Orejona.

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Lionel Messi (i) y Antonio Valencia, en la final de la Champions League de 2011. Foto: Archivo

En el caso de los Gunners, la espera ha sido larga, dolorosa y muchas veces cruel. Desde aquella final perdida en 2006 ante el FC Barcelona, el equipo inglés no había vuelto a rozar la instancia decisiva. Bajo la dirección de Mikel Arteta, los ingleses han reencontrado su identidad y, lo que es más importante, su competitividad en Europa.

Este contexto abre la puerta a una final inédita. Más allá de lo que hagan el FC Barcelona y el Inter de Milán —los otros dos semifinalistas—, la campaña de Arsenal y PSG ya marca un punto de inflexión. No se trata solo de romper con la historia, sino de reescribirla. Ambos equipos han sido objeto de burla, dudas y frustraciones.

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La Champions se vuelve, por momentos, poesía. Y cuando eso ocurre, las sorpresas dejan de serlo para convertirse en justicia futbolística. Si el fútbol tiene memoria, quizá este año le dé una recompensa a los que han sabido esperar. O, tal vez, simplemente ha llegado el momento de cambiar el dueño de la copa más deseada del mundo. (D)